Rafa Nadal venció en su estreno en Wimbledon ante Francisco Cerúndolo (6-4, 6-3, 3-6 y 6-4) en un partido en el que el balear demostró que sabe sufrir y aguantar para no salirse de la senda de la victoria en una superficie que no es la suya.

Cerúndolo se presentó como un rival duro desde el primer juego del primer set. El joven argentino forzó a Nadal desde el principio, con un primer saque letal y un segundo que obligó al español a sacar su mejor resto, algo que le costaba mucho más en un momento con mucho viento sobre el All England Club.

La duración del primer set lo dice todo: casi una hora tardó Nadal en ganar el primer asalto, con bolas muy duras de su rival. A sus 23 años, Cerúndolo mostró una innegable valentía ante una leyenda como el manacorense, al que incomodó al extremo.

En el segundo juego se vio a un Nadal más situado en la pista. Aunque aún se le notaba algo desequilibrado, especialmente en los primeros saques de su rival, el manacorense no sufrió tanto para atar este set. Contemporizó cuando debía, para desesperación de un Cerúndolo que vio cómo la gasolina se le empezaba a acabar. 

Prueba de ellos fue un juego muy largo, el de mayor duración del partido, en el que el español rompió el saque al argentino por pura resistencia: no fue hasta que forzó un fallo de su rival, al que obligó a avanzar hasta la red, cuando se impuso.

Cerúndolo pone a Nadal contra las cuerdas

Lejos de amedrentarse, Cerúndolo vio la oportunidad. Cuando cayó el sol, Nadal bajó una marcha y eso fue aprovechado por su rival. Parecía que iba a ser un set sencillo para el balear, pero el joven bonaerense demostró un enorme pundonor.

Como ya le pasó a Djokovic, el otro gran favorito para este torneo, Nadal acabó perdiendo un set en este juego. El argentino empezó a creer que podía copar las portadas del día siguiente, como demostró la bola paralela con la que afianzó la bola de set con la que remató el 6-3. Ya se rozaban las tres horas de encuentro.

Lejos de conformarse con ganar un set a Nadal, Cerúndolo se creció. En el arranque del cuarto set y con el tenista español cada vez más desesperado, el argentino empezó a creer seriamente que podía ganar al legendario tenista balear, dos veces ganador en esta hierba y máximo campeón de Grand Slams. 

En su tercer 'major', 'Francis' estaba gozando de su mejor juego y llegó a romperle el saque a Nadal a las primeras de cambio para situarse con un peliagudo 3-1 a favor en este cuarto set. Pese al gran arranque del español, tuvo que ponerse en posición defensiva para salvar un 'doble break' que hubiera sido crítico.

Y entonces apareció el Nadal de las grandes ocasiones para darle la vuelta a ese susto inicial que parecía encarrilar el partido hacia un quinto set. 

Tomó el mando el balear y le dio la vuelta al marcador para cerrar, al resto, un épico 6-4 que le da la llave de la segunda ronda de Wimbledon.