La efectividad del Barça superó al Celta en un partido marcado por el susto de Araújo

Depay celebrando su gol
Depay celebrando su gol
EFE
Depay celebrando su gol

El Barça se presentó en el Camp Nou con una revolución de Xavi en el once, marcadamente ofensivo. Y no le salió bien la apuesta, dos ocasiones incompresiblemente falladas por el Celta en el primer cuarto de hora metieron el miedo a los culés.

La solución propuesta fue tratar de dormir el encuentro para agarrotar a los vigueses y buscar los pocos espacios que dejaba la zaga visitante. Aún así, sensación de peligro del Celta en cada llegada. Pero ahí estaba el comodín habitual del Barça, Ousmane Dembélé, para desatascar al equipo. Una galopada suya propició el gol de Depay, que definió de primeras tras la asistencia del francés.

No cambió el panorama para los de Xavi, Ter Stegen se erigió como figura al desbaratar dos ocasiones más para el Celta antes del descanso. Y se repitió la fórmula, Aubameyang aprovechó un mal despeje para poner el segundo. Cuestión de efectividad al final de los 45 minutos.

El segundo tiempo se reanudó con Dembélé como protagonista de nuevo. El ‘7’ aprovechó la pasmosidad de la defensa rival para poner un caramelo a Aubameyang, que no falló desde el punto de penalti. Y cuando todo parecía alegría, un nuevo error en la zaga culé lo aprovechó Aspas para recortar diferencias en el marcador.

Una contra del Barça liderada por Depay acabó con el neerlandés derribado y la expulsión de Murillo, que había entrado en el descanso. Todo se ponía de cara para los culés, pero la imagen del partido llegó minutos más tarde. Araújo dejó en vilo al Camp Nou tras un durísimo choque con Gavi. El central tuvo que ser atendido rápidamente por los sanitarios y la ambulancia tuvo que entrar para ser retirado y trasladado al hospital, donde pasará la noche al realizarse las pertinentes pruebas.

A partir de ese momento, el partido pasó a un segundo plano y el marcador no cambió para ninguno de los dos equipos.

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