Fernando Alonso es un apasionado de la cultura japonesa. No en vano, durante mucho tiempo, tuvo 'El arte de la guerra' de Sun Tzu, como su libro de cabecera y tiene en el cuello y la espalda un vistoso tatuaje que le sirve de inspiración para los retos que ha ido asumiendo a lo largo de su dilatada carrera deportiva.

Ni los problemas de motor frenan el optimismo de Alonso: "Jugamos en la misma liga que los demás este año"

Esto ha servido para una de las marcas de las que es embajador, Richard Mille, cree uno de los relojes más exclusivos que se pueden comprar por mucho dinero: el RM 47 Tourbillon. 

Cada una de las únicas 75 unidades que se van a crear de este reloj están creadas en base al legendario Asano Naganori, el señor feudal que fue líder de los históricos 47 Ronin, posiblemente el grupo de samuráis más famosos de la historia. Ellos encarnaron el código bushido, el grupo de normas y principios morales que han regido (y rigen) la rectitud de Japón desde hace siglos. 

Cada unidad cuenta con una armadura samurái labrada a mano con oro y titanio, detallada al milímetro, en el centro de su tourbillón (la maquinaria propia del reloj). El kanon (el blasón heráldico) de la familia Asano en el centro representa el halcón cuya fuerza y autoridad infundía temor y respeto a los enemigos de quienes la lucieran en su casco y hombros de la armadura.

Alonso fue parte fundamental en la creación de este reloj, según explican desde Richard Mille. Una charla entre el fundador de la empresa, que es un apasionado del automovilismo (tiene su propio equipo en el Mundial de Resistencia), y el bicampeón del mundo sirvió para que se pusiera en marcha el diseño de esta máquina.

"En virtud del bushido, Fernando Alonso pilota de la misma manera en la que los samuráis manejan la espada. El RM 47 Tourbillon es una oda al código samurái que se fusiona con la artesanía, un reloj de arte inspirado en la iconografía y los valores del antiguo Japón", explican.

Cada unidad del RM 47 Tourbillon está cincelada a mano por el artesano Pierre-Alain Lozeron en materiales solo al alcance de unos pocos. La platina y los puentes están fabricados con titanio grado 5, uno de los más resistentes a la corrosión que se pueden malear, con una aleación al 90% de titanio, 6% de aluminio y 4% de vanadio. Su uso se solía centrar hasta ahora en la industria aeroespacial.

Los detalles de la armadura samurái, así como las espadas, están elaboradas en oro amarillo 3N y requieren de una minuciosidad máxima. Se estima que sólo en la configuración de estos detalles se necesitan más de 16 horas de dedicación exclusiva.

La tecnología llega en la maquinaria, con un volante equilibrado de inercia variable que garantiza su funcionamiento en caso de golpes y un barrilete de rotación rápida que reduce de manera radical la adherencia interna periódica de los muelles reales, lo que ayuda a un rendimiento mucho más óptimo.

Por último, la caja están creados en cerámica negra TZP (de las más resistentes a arañazos), con dos anillos tóricos de nitriplo en la caja tripartita estanca ensablada con 20 tornillos spline de titanio grado 5 y arandelas de acero inoxidable.