Después de dos días sin problemas y demostrando una fiabilidad más que notable, el Alpine de Fernando Alonso dio un buen susto a los aficionados de la Fórmula 1. Poco después de que el asturiano marcase el mejor tiempo de la pista a primera hora de la mañana, el A522 comenzó a echar humo para, a la postre, condenar el resto de la sesión de test del día para la escudería. 

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Alonso tuvo que detener su coche en el tercer sector del Circuit de Barcelona-Catalunya, a la entrada del estadio, provocando una bandera roja por una pérdida de presión del aceite, que confirmó después el equipo, antes de dar más detalles sobre lo ocurrido. "Después de una investigación en el garaje tras la parada de Fernando Alonso esta mañana, la escudería puede confirmar que el problema era con la hidráulica. Un fallo menor en el sellado derivó en un fuego en la parte trasera del coche", explicaron.

Aunque pensaban que iban a poder arreglarlo, minutos más tarde confirmaron que ni Alonso ni Ocon volverían a rodar en lo que quedaba de jornada. "Las reparaciones del coche continúan y como resultado no volveremos a correr en lo que queda de día", afirmaron.

Hasta la avería, el asturiano había rodado 12 vueltas con el Alpine con neumáticos duros C3 y firmó el mejor 'crono' de lo poco que iba de día con un 1:21:192. La escudería terminó acumulando un total de 266 giros en los dos días de competición. 

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Esta fue la tercera bandera roja en las cinco sesiones que van de test de pretemporada con los monoplazas nuevos tras el cambio de reglamentación. Sergio Pérez se llevó el "honor" de protagonizar la primera, el jueves por la mañana, por culpa de unos problemas en la caja de cambios. En la sesión vespertina, fue Mazepin el que tuvo la misma suerte que el mexicano, en su caso, por un fallo en la bomba de combustible. El Haas, protagonista en la jornada por lo ocurrido con Uralkali ya desde la jornada anterior, no volvió a salir.

La tarde comenzó con otro susto relativamente serio. De manera muy similar al Alpine, el Aston Martin AMR22 de Sebastian Vettel tuvo que detenerse súbitamente. El alemán salió del coche e inmediatamente cogió el extintor para apagarlo, pero ya era tarde y tampoco pudieron reemprender la jornada. Las pretemporadas también están para esto.

Mercedes por fin aparece

George Russell fue el piloto más destacado de la sesión matutina, con el mejor tiempo (1:19:233) y siendo el que más rodó, con un total de 66 vueltas. Por la tarde le dejó el turno a su jefe de filas, un Lewis Hamilton que confirmó que el Mercedes W13 es un coche rápido y fiable, como no podía ser de otra manera.

En una pista que se mojó artificialmente (no llovió lo suficiente) para que los pilotos comprobasen con las nuevas ruedas de 18 pulgadas de Pirelli en sus condiciones de lluvia, el heptacampeón marcó el mejor crono (1:19.138) y, además, con un buen arreón de vueltas: dio un total de 94, más que nadie en la jornada.

Con este día se pone fin a la pretemporada en Barcelona, pero no a los test. En dos semanas viajarán a Bahréin, donde celebrarán los tres días de entrenamientos oficiales (en teoría, los de Montmeló tenían la categoría de 'shakedown' y por eso no hubo público ni realización televisiva) previos al arranque del Mundial.