Hazard e Isco, los héroes que nadie esperaba, salvan al Real Madrid en Elche para pasar a cuartos de Copa

Hazard, en el Elche - Real Madrid
Hazard, en el Elche - Real Madrid
EFE
Hazard, en el Elche - Real Madrid

El Elche puso contra las cuerdas al Real Madrid supercampeón de España, pero si los blancos han demostrado algo a lo largo de su historia es que nunca se les puede dar por muertos en una eliminatoria hasta que están bien enterrados. 

Solo se puede explicar desde las tripas del fútbol que no hayan caído eliminados de la Copa del Rey en un encuentro que acabó con 1-2 en el marcador y los tres goles marcados en la prórroga. Los héroes madridistas nadie los vio venir: Isco y Hazard. El antihéroe, aunque esto ya no es noticia, Marcelo, que fue expulsado.

Por ser el pilar fundamental de la última era del Real Madrid, o porque no estaba el día para ello, la ausencia de Modric y Casemiro en el centro del campo de inicio se notó. Kroos asumió la responsabilidad de intentar dar balones arriba a un Vinícius que se echó el equipo a las espaldas y que echó de menos a Benzema a su lado. Porque Jovic no es ni parecido.

El Elche lo aprovechó a medias. Al menos asumió en los primeros minutos el reto de intentar sorprender a Lunin, portero para la Copa (al menos en estas fases iniciales) en la idea de Ancelotti. Y casi lo logran: en el minuto 10, Carrillo perdonó lo imperdonable en un centro de Josan que le perseguirá durante un tiempo. Marcelo, en la foto. 

Las ocasiones más claras siguieron siendo del Elche, con Vinícius intentando desbordar y desdoblarse, pero la defensa ilicitana estuvo brillante. La imposibilidad de conectar con Jovic obligó a apostar con tiros lejanos, como uno de Camavinga desde la frontal u otro de Kroos que se fue lamiendo el palo.

La segunda mitad empezó con un fuera de juego de Jovic que bien podía resumir su aportación al partido: fuera de sitio, a destiempo y con dificultad para conectar con sus compañeros. La manta corta del Elche, que apostó por la defensa sobre el ataque, propició que hombres como Marcelo pasaran al ataque, como ya demostró antes del descanso con una gran ocasión.

Pero ni las diabluras de Vinícius, ni las internadas de Marcelo, ni los estériles intentos de Jovic, ni la ilusión de Camavinga. Al final, Ancelotti tuvo que tirar de los de siempre, Modric y Casemiro, para que resolvieran el entuerto. A 20 minutos del final, el centro del campo más famoso del siglo XXI en el club merengue volvió a formar.

Y se notó. En cuanto Modric (ovacionado de nuevo a su entrada) asumió las riendas del partido, las transiciones blancas fueron mucho más peligrosas. Hasta Alaba empezó a estar más seguro atrás. Visto que Jovic no funcionaba tampoco, Ancelotti sacó a Isco para jugar de falso '9', como antaño.

Los últimos minutos fueron un asedio blanco, pero con nervios y prisas. Una surrealista falta pitada a Kroos, que no era, sirvió como espita de los últimos minutos reglamentarios antes de la prórroga, con Vinícius intentando sorprender pero ya más cansado... y el Elche firmando con sangre el empate, conscientes de que podían aprovecharlo en el tiempo añadido.

Una prórroga no apta para cardiacos

Ancelotti decidió hacer cambios y mandó salir a dos de los que menos minutos han disputado esta temporada, Eden Hazard y Dani Ceballos, por Rodrygo y Kroos, totalmente fundidos.

Nada más comenzar la media hora extra, una falta en la frontal propició un disparo con mucha intención de Gumbau que obligó a Lunin a lucirse con una palomita de la vieja escuela. Pero tanto jugó el Madrid con fuego, que lo pagó muy caro.

Para intentar evitar una contra de Tete Morente, Marcelo hizo una falta muy ajustada (tanto que no la vio la auxiliar y solo la vio el colegiado principal, ) y el árbitro no lo pensó: ocasión clara de gol y roja directa. El lanzamiento de falta, obra de Verdú, dio en Ceballos lo justo para descolocar a Lunin y este no pudo evitar el gol. Tocaba heroica blanca: detrás del marcador, con uno menos y solo con media hora por delante.

Si el Madrid ha demostrado algo a lo largo de su historia es que nunca se le puede dar por muerto ni vencido hasta que no acabe el partido. Prueba de ello es que nada más empezar la segunda mitad, y después de varias ocasiones sobre Axel Werner, un disparo de Ceballos que rebotó en Isco acabó siendo el gol del empate. El malagueño, un futbolista totalmente residual en la plantilla blanca, se erigía en uno de los héroes, y aprovechó para lanzar un gesto reivindicativo a la cámara en la celebración.

Si nadie contaba con el internacional español para ser uno de los protagonistas del partido, ni mucho menos habrían apostado por el que acabó dándole la clasificación a su equipo. Eden Hazard, el defenestrado futbolista belga que casi ni entra en la convocatoria y que había entrado por necesidad a la prórroga, aprovechó una mala salida de Werner para marcar el 1-2. Faltaban 5 minutos para el final y los jugadores del Elche lo intentaron hasta el final. Incluso vieron cómo les anulaban un gol de Fidel en el último minuto de la prórroga por falta de Verdú sobre Nacho por un agarrón. 

Lucharon hasta donde pudieron, con expulsión incluida de Pere Milla por protestar, pero la épica es parte del ADN del Real Madrid, que estará en el sorteo de este viernes.

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