Alberto Fernández: "En España se puede vivir del tiro al plato, pero no como deportista del tiro al plato"

Alberto Fernández y Fátima Gálvez, tras ganar el oro en Tokio 2020
Alberto Fernández y Fátima Gálvez, tras ganar el oro en Tokio 2020
Nacho Casares / COE
Alberto Fernández y Fátima Gálvez, tras ganar el oro en Tokio 2020

Alberto Fernández (Madrid, 1983) lleva con una escopeta en las manos desde hace tres décadas, cuando su padre le dejó cogerla por primera vez en el campo donde iban juntos. Desde entonces, el tiro al plato le ha dado todo: una profesión, una esposa con la que comparte competiciones (Beatriz Martínez- Sordo), algún susto como el de ser retenidos en un aeropuerto de Abu Dhabi por llevar armas y, lo último, un oro olímpico. Junto a Fátima Gálvez, su mejor socia (con permiso de su pareja) deportiva, le dieron a la delegación española la primera presea dorada de los Juegos de Tokio, en la modalidad mixta de tiro. Si le hubieran dado a elegir, él lo prefería así.

Aunque la fiebre por su deporte, si es que alguna vez hubo tal, ha bajado desde la cita de este verano, Alberto mantiene firme el pulso y el punto de mira bien enfocado para llevar el tiro olímpico español a cotas nunca antes vistas.

¿Cuántas entrevistas ha concedido desde el oro en Tokio?

No tantas, no te creas. Cuando hice oro tuve muchas esa primera semana hice muchas, pero luego la prensa se ha olvidado un poco del tiro al plato.

¿Y cuántos conciertos?

No tantos como me gustaría, por falta de tiempo no por otra cosa. Hemos dado cuatro o cinco. Dimos hace poco uno en Pedrezuela que fue espectacular, uno de los mejores que hemos dado, ante 1.500 personas en un estadio de fútbol y fue brutal. Nos lo pasamos pipa.

¿Se reconoce ya el tiro al plato de manera seria en la sociedad o todavía no?

A nivel mediático todavía no. No somos un deporte que salgamos en los medios. Lo hacemos en estos momentos, o en actos como el homenaje de la UCAM en el COE. Se agradece que nos inviten a estos actos, porque es donde nos podemos ver. Ojalá haya más.

Cuando subió al podio y cogió la medalla, ¿en quién pensó primero?

En ese momento, y en la final también me pasó, me estaba acordando de mi padre, de cuando empezamos a tirar al plato y él me dejaba tirar, siendo yo un niño de 8 años. En ese momento me venían esos recuerdos de lo feliz que era con mi padre tirando al plato. Pensaba: ‘joe, espero estar devolviéndole estos momentos tan felices a mi padre, que me está viendo por la tele con la medalla colgada al cuello’. Me venía a la cabeza esa sensación de felicidad total cuando tu padre te deja tirar al plato.

La final contra San Marino fue de infarto… ¿en qué momento se dio cuenta que podía ganar el oro?

Si te soy sincero, antes de tirar en la final contra San Marino yo ya lo pensé. Fátima y yo habíamos trabajado muchísimo. Indudablemente el otro equipo también, pero teníamos un presentimiento. Un par de semanas antes de ir a Tokio, estábamos Fátima y yo de concentración en Italia y una noche cenando se lo dije de corazón: ‘si me dan a elegir entre ganar un oro individual o mixto, me gustaría ganarlo contigo porque creo que es algo para compartirlo y vamos a disfrutarlo más si lo compartimos’. Como se lo dije de corazón y ella se emocionó, creo que ese presentimiento lo teníamos los dos.

"Le dije a Fátima: 'Si me dan a elegir entre ganar un oro individual o mixto, me gustaría ganarlo contigo porque creo que es algo para compartirlo y vamos a disfrutarlo más"

¿Del tiro al plato se puede vivir?

Del tiro al plato se puede vivir… Pero en España no es un deporte profesional. Fátima y yo trabajamos como profesionales, pero no cobramos como profesionales. Yo vivo del tiro al plato porque tengo una empresa vinculada, tutiro.com, y tengo una escuela de tiro, vendo productos de tiro, asesoro a empresas de tiro y doy experiencias de tiro. Vivo de eso, pero no del deporte del tiro al plato, sino vinculado. Tengo también un campo de tiro en Getafe. Estoy en este mundo, pero no como deportista en sí. En otros países sí se puede vivir del deporte del tiro al plato porque está profesionalizado. En España tenemos afortunadamente ayuda, como las becas ADO y otras ayudas que nos hacen prepararnos bien.

¿Se ve en unos hipotéticos Juegos Olímpicos de Madrid 2036?

Para 2036 quedan muchos años y yo creo que habrá gente más preparada que yo. Ahora mismo tengo 38 años. Me veo en París 2024, en Los Ángeles 2028 y ya a lo mejor en los siguientes me veo como entrenador. Como tirador lo veo difícil. El tiro al plato es un deporte muy longevo y yo soy muy exigente. Voy a luchar hasta que mi cuerpo diga ‘ya’. No me imagino una vida sin el tiro al plato, y voy a seguir practicándolo hasta que me caiga en la cancha. Si es en unos Juegos Olímpicos, mejor que mejor, pero son muchos años para llegar a 2036.

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