Italia ya espera rival en cuartos de final. Los de Mancini supieron reaccionar pese a firmar su peor partido del torneo ante una Austria que fue creciendo en todo el partido pero que terminó pagando la fatiga y la inexperiencia en la prórroga, cayendo por 2-1. Un detalle individual de Chiesa rompió la resistencia austriaca en la prórroga y Pessina parecía sentenciar, pero Kalajdzic puso la emoción en los minutos finales.

La azzurra fue la indudable protagonista de la primera parte, en la que dominó y sometió a placer a la selección austriaca… por lo menos hasta que los atacantes transalpinos llegaban al último cuarto de cancha, donde se deciden los partidos. La banda izquierda italiana era la autopista de los italianos, con Spinazzola e Insigne muy activos. La más clara la tuvo Barella, que tuvo un disparo franco que Bachmann sacó con el pie.

Por parte de los austriacos, Arnautovic tuvo la ocasión más propicia para los suyos, pero el remate se fue demasiado fuerte y arriba. Su homónimo italiano, Immobile, fue de más a menos, pero terminó siendo el mejor de la azzurra en la primera parte del partido en la que los italianos no pudieron con el entramado defensivo de Austria.

Tras la reanudación, el guión cambió por completo y las águilas dieron un paso adelante y el juego de ambos equipos se igualó. Las llegadas constantes de los de Mancini cesaron y Austria comenzó a acechar cada vez más la portería de Donnaruma.

De hecho, dieron el gran susto pasada la hora de partido, cuando Arnautovic anotó, celebró provocando a la afición italiana… y luego su gol fue anulado. El delantero se encontraba ligeramente adelantado antes de rematar y el VAR corrigió a los colegiados.

Italia comenzaba a desesperarse cada vez más y el partido a romperse, hasta que en los minutos finales, ambos decidieron asegurarse y llevar el partido a la prórroga.

Cinco minutos duraron los austriacos hasta que, por fin, se estrenó el marcador del partido. Chiesa recibe solo en la izquierda un pase exquisito de Spinazzola, controla de manera poco ortodoxa con la derecha y con la izquierda, pese a estar muy escorado, volea al fondo de las mallas sin que Bachmann pudiera hacer nada.

Ya al borde del final de la primera parte de la prórroga, Pessina parecía haber sentenciado el partido con el segundo gol italiano, pero a cinco minutos del final de la prórroga, Kalajdzic recortó distancias en un córner para darle emoción a los minutos finales. Sin embargo, Austria no logró la machada y la selección azzurra ya espera rival en los cuartos de final.