Sara Sorribes avanzó de ronda en el Masters de Roma tras un maratoniano partido de cuatro horas en el que ganó a la italiana Camila Giorgi en tres sets por 7-6, 6-7 y 7-5. Fue un duelo tenso para ambas contendientes, pero también para la juez de silla, Lara Morgane.
Las quejas continuas de Sergio Girogi, padre de la tenista italiana, hizo que la colegiada incluso pasase miedo. En un momento del partido, viendo que el hombre se le acercaba cada vez más en la grada, cogió el walkie-talkie para pedir ayuda a la organización.
"¿Es posible que alguien venga? El padre de Giorgi está muy enfadado y me gustaría que hubiera alguien aquí", dijo, con la voz notablemente nerviosa y la mirada fija del padre detrás.
Omg, the umpire asked for someone to be around her because she's afraid of Giorgi's father because he's mad. This is insane! pic.twitter.com/LbDun41xB1
— LorenaPopa 🕵️♀️🎾 (@popalorena) May 10, 2021
Queda por ver si este incidente tiene consecuencias. El circuito de la WTA es muy severo en los casos de menosprecio y acoso a los árbitros, por lo que no sería de extrañar un veto temporal (o incluso permanente) hacia el padre de Giorgi, que además es uno de sus entrenadores.
Sorribes se enfrentará en la siguiente ronda a la bielorrusa Alina Sabalenka.
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