La tensión con la que el FC Barcelona está viviendo estos compases finales de la temporada quedó patente en el partido contra el Getafe. El canterano Óscar Mingueza, pese a ser un salvavidas en más de un partido para una defensa en cuadro, se llevó una tremenda bronca de Ronald Koeman.

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Todo fue porque se incorporó al ataque en los mejores minutos del Getafe. El central se fue arriba dejando la cobertura atrás peligrosamente despejada, lo que hizo que el técnico neerlandés se pusiera a dar voces y gritos desde la banda para ordenarle que bajara inmediatamente. 

Instantes después, le sacó del campo.

El marcador iba 3-2 en el momento del enfado de Koeman. Cuando Mingueza fue al banquillo recibió el consuelo de Riqui Puig, que estaba calentando, pero no el de su propio entrenador.

Le dio la mano para intentar dejar la situación en paz, y Koeman se la dio a desgana y casi sin mirarle. No obstante, después del partido, el entrenador admitió que igual se había pasado.

"Puede que mi reacción haya sido un poco exagerada. El cambio no ha sido por enfadarme. Tiene que aprender que para ser jugador del Barça debe estar en todos los partidos", quitó hierro al asunto. Mingueza se ha convertido en un fijo para Koeman, y desde que le hizo debutar en Champions en noviembre de 2020 se ha mantenido en el primer equipo.