Fernando Alonso se subirá al Alpine A521 por primera vez en los test de Bahréin. No será, ni mucho menos, la primera vez desde que dejó la F1 en 2018 que se subirá a un bólido de carreras, ya que en estos dos años fuera del Gran Circo ha estado rodando con todo lo que se le ponía en las manos.

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Ese 'erasmus' de la competición que le convirtió en leyenda le ha permitido ganar más cualidades de las que ya tenía. "Me convertí en un piloto más completo. Aprendes constantemente cuando te llevas a nuevos límites y cuando estás fuera de tu zona de confort. Sin duda, ahora soy un piloto más competente que hace dos años", ha señalado en declaraciones facilitadas por el equipo Alpine.

Eso que ha aprendido en el Mundial de Resistencia, en el Dakar o en la Indy pueden ser activos perfectos para ayudar a la evolución en Alpine. "Quiero mejorar aún más como piloto", asegura sobre sus objetivos personales. "Tomé muchos aprendizajes de los últimos dos años fuera de la F1, y quiero consolidarlos y aplicarlos aquí. Por ejemplo, diferentes filosofías de carreras, técnicas de conducción y enfoques en la ética de trabajo", afirma. 

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Sobre resultados concretos, confía en que la continuidad normativa permita que Alpine y él mismo estén luchando en la zona de puntos. "El último año, la zona media de la parrilla estuvo muy cerca, así que este año puede pasar cualquier cosa", señala.

Alonso es consciente de que tendrá muchas miradas puestas en él, y también que, pese a que no ha estado parado, necesitará un pequeño proceso de readaptación. "Normalmente creo que cada piloto de la parrilla tarda tres o cuatro carreras en optimizar todo en un coche nuevo, tal vez un poco más si cambias de equipo o si eres nuevo en la F1. Estar 100% al día puede tomar al menos las primeras dos carreras, pero es lo mismo para todos", señala el español, que confía que su "pequeño contratiempo con un accidente de bicicleta" no le suponga un mayor problema.

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