Una de las modas más extendidas en el mundo del deporte es el de los juegos de predicciones, algo que se ha venido a englobar como 'Fantasy'. En el fútbol o el baloncesto existen desde hace años (Comunio, Biwenger, Liga Fantástica, Supermanager ACB...), pero en la Fórmula 1 es un fenómeno relativamente reciente.

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Aunque desde hace años ya se podía hacer una suerte de juego similar, el 'F1 Fantasy' en los últimos tiempos se ha ido afinando, pero la mecánica es básicamente la misma que en los de otros deportes: cada jugador tiene un equipo (este año se pueden tener hasta tres) con un presupuesto limitado con el que tiene que confeccionar una suerte de escudería, formada por cinco pilotos (de los cuales uno puntuará doble) y un constructor. 

En función de su rendimiento, cada piloto logrará unos puntos (en positivo o en negativo, si su desempeño es malo) que darán un resultado final a cada equipo.

El éxito de este tipo de juegos es que se pueden crear ligas con amigos, amén de algunas oficiales (el de F1 tiene por países, por aficionados de equipos, etc.), lo que genera numerosos piques y un gran 'engagement' entre el público y la propia competición.

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Cada piloto y cada constructor tiene un precio determinado de salida, en función de una valoración inicial que se le da por parte de la organización, atendiendo a su valor intrínseco en la Fórmula 1 (experiencia, palmarés, equipo para el que corre, expectativas, fortalezas...). No es de extrañar, por ejemplo, que Lewis Hamilton sea el más caro y que el novato Nikita Mazepin, el más barato. Dado que el presupuesto inicial es de 100 millones, hay que compensar pilotos caros y baratos, o bien elegir de la zona media.

Este precio que le coloca a cada piloto da lugar a una suerte de ránking 'oficial' que de manera implícita da la Fórmula 1 a sus pilotos, y que puede generar no poca polémica. Por ejemplo, Fernando Alonso vuelve a la competición con un valor inicial de 15,6 millones, mientras que Sergio Pérez o Daniel Ricciardo, con un palmarés muy inferior, cuestan 18,4 y 17,3 millones respectivamente. De la misma manera, los constructores también están valorados diferente: tras su desastroso 2020, Ferrari tiene un precio de salida inferior a McLaren.

Uno de los grandes atractivos de esta competición es que los precios varían en función del rendimiento. Si, por ejemplo, Carlos Sainz logra un podio en la primera carrera de la temporada 2021, su cotización subirá y será más caro adquirirle después. Si lo hace mal, en cambio, se devaluará.

Precios de salida de los pilotos del F1 Fantasy (en millones)

Precios de salida de los constructores del F1 Fantasy (en millones)