La leyenda de Paolo Rossi se forjó en el Mundial de 1982 siendo la figura de la selección italiana que terminó coronándose como la mejor de planeta en el campeonato celebrado en España. Un torneo al que estuvo apunto de no poder acudir, al que llegó sin apenas rodaje tras dos años de inactividad, en el que empezó de manera muy discreta, pero en el que terminó siendo la gran estrella.

Paolo rossi

• 23 de septiembre de 1956 (Prato) - 9 de diciembre de 2020 (Roma)

   20 goles en 48 partidos con Italia

Rossi comenzó a ganar fama en el fútbol italiano a finales de los años 70, cuando el canterano de la Juventus destacaba en el Vicenza, llegándose a  proclamar Capocannoniere -máximo goleador- de la Serie B y más tarde de la Serie A, que le valieron para estar en el Mundial de Argentina del '78, donde anotó tres goles.

Tras el descenso del Vincenza en 1979, ficha por el Perugia, siendo uno de los delanteros más reputados de toda Europa. Sin embargo, apenas juega unos meses antes de verse envuelto en uno de los mayores escándalos de amaños en la historia del Calcio, el 'Totonero'.

El Totonero ("quiniela negra") fue una trama de corrupción y amaño de partidos que se destapó en Italia en 1980, cuando la policía descubrió una serie de apuestas clandestinas en las que estaban involucrados jugadores, entrenadores y directivos de la Serie A y la Serie B. Las consecuencias más graves que produjo fue el descenso del Milan y la Lazio a la segunda división, además de la inhabilitación de varios futbolistas, entre los que estaba Rossi.

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La trama fue destapada por uno de los cabecillas de ella, que llamó a la policía después de que no se le pagase una apuesta, asegurando que varios integrantes le debían dinero de algunos amaños, que no pretendió esconder. El delantero fue sancionado en primera instancia con una pena de tres años de suspensión, que más tarde fue reducida a dos, cambiando así el futuro del fútbol italiano, ya que eso terminó significando que el 'Bambino d'Oro' podía estar en el Mundial.

No obstante, Italia había perdido a una de sus grandes estrellas para la Eurocopa de ese mismo año de la que era anfitriona, en la que terminó a las puertas del podio, en cuarto lugar. Dos años después, la inclusión de Rossi en la lista para el Mundial fue una decisión que generó revuelo y críticas al hablar de un jugador que prácticamente llevaba dos años inactivo, aunque que pudo jugar con la Juventus los últimos partidos de la temporada.

Pese a que terminó siendo la gran estrella del campeonato, su arranque no fue nada esperanzador. La 'azzurra' empata los tres partidos de la fase inicial, sin ningún tanto de Rossi, al que le salían cada vez más detractores. Tampoco lo logró en los octavos contra la Argentina de Maradona a la que consiguen vencer, pero como diría años después Van Nistelrooy, "los goles son como el kétchup: a veces no salen por mucho que lo intentes, y luego vienen todos de golpe". 

Eso mismo le ocurrió a Rossi, ya que, además de meter seis tantos en los últimos tres partidos, sus goles en aquella Copa del Mundo no pudieron tener una mayor trascendencia. 'Pablito' le anotó tres a la todopoderosa Brasil de Zico y Sócrates en cuartos, dos a una Polonia sin Boniek en semifinales, y otro en la gran final contra Alemania para abrir el marcador para colocar la tercera estrella en el pecho de los transalpinos.

Ese mismo año, Rossi se llevó el Balón de Oro que le consagró como el mejor futbolista del planeta y se erigió como una de las grandes figuras de la Juventus de aquellos años. En 1987 dejó el fútbol de manera definitiva jugando para el Hellas Verona.