Hamilton confirma en Imola el séptimo Mundial para Mercedes y ya hace cuentas para el suyo

Lewis Hamilton, en el GP de Emilia Romaña
Lewis Hamilton, en el GP de Emilia Romaña
EFE
Lewis Hamilton, en el GP de Emilia Romaña

Lewis Hamilton y Valtteri Bottas consiguieron lo que ya era una cuestión de tiempo: el séptimo Mundial consecutivo para Mercedes. El doblete de los pilotos del equipo alemán llegó con cierta fortuna, y en un final en el que hubo más emoción en las 10 vueltas finales que en las 53 anteriores.

En el podio les acompañó Daniel Ricciardo, segundo consecutivo para él y con relativa suerte para el piloto de Renault. Carlos Sainz acabo 7º, con lo que suma puntos importantes para sus opciones en el campeonato.

Fue una carrera con mucha añoranza, un GP de Emilia Romaña que se disputó en el legendario Autodromo Enzo e Dino Ferrari de Imola, donde la F1 no disputaba una carrera desde 2006. Pese a la presencia del DRS, que ayudó a los adelantamientos, las características de este circuito no eran propicias para ver muchos. De hecho, hasta que no llegó el final caótico de la carrera sólo se vieron tres adelantamientos en pista.

Prueba de que la carrera no iba a tener mucha acción se vio desde la salida. Hamilton, que normalmente arranca muy bien, se vio adelantado por Verstappen antes de la primera curva, mientras que Bottas se escapó al frente del pelotón.

Por detrás, Vettel se llevó puesto a Magnussen y Stroll se tocó con Ocon, rompiendo su propio alerón delantero. 'Peccata minuta' para lo que podría haber sido en un circuito tan estrecho como este. De hecho, el primer abandono se produjo por una avería, cuando pidieron desde boxes a Pierre Gasly que retirase su coche por un problema con la presión de agua.

Hamilton cocina (con fortuna) la victoria

Sin adelantamientos en pista, o sufriendo mucho para hacerlos, el interés cayó por el lado estratégico. Aquí, Hamilton demostró por qué es el líder de Mercedes. 

Mientras Verstappen y Bottas pararon antes que el inglés a hacer su parada en boxes, Hamilton decidió estirar su entrada para conseguir un 'undercut', es decir, conseguir el margen suficiente para hacer el cambio de neumáticos y salir por delante. Emprendió un ritmo letal, de manera que no sólo le ganó la posición al de Red Bull, sino también a su propio compañero.

En justicia, la fortuna le acompañó también: Esteban Ocon se quedó tirado en medio de la pista por una avería y el consecuente coche de seguridad virtual hizo que se frenaran los envites de los otros dos candidatos a victoria. No obstante, no se puede dar a la suerte todo el merito: de no haber hecho un ritmo tan fuerte en esas vueltas, Hamilton no habría podido ponerse primero.

A diferencia de casi todos arriba, Carlos Sainz y Lando Norris montaron neumáticos medios. McLaren apostó por una estrategia cambiada con respecto al resto, pero ambos se encontraron taponados por Alex Albon y Daniil Kvyat.

Doble incidente para el final

Al ritmo de Hamilton se unió un problema en el coche de Bottas, que empezó a afectarle mucho antes de que diera la cara en su peor zona.

El finlandés empezó a perder tiempo de manera sangrante, hasta el punto que preguntó por radio el por qué. El control desde el muro fue tal que le informaron que en la vuelta 2 había pisado un trozo de otro coche y le había afectado al fondo plano.

Los problemas para llevar el coche de manera correcta le pasaron factura. Max Verstappen le ganó la posición después de salirse de pista, rompiendo el previsible doblete de Mercedes. El neerlandés, no obstante, no tuvo mucho tiempo para celebrarlo.

A falta de 13 vueltas para el final, Verstappen reventó el neumático trasero derecho, lo que provocó un golpe de guión para el final. Las paradas en boxes, muchas de ellas sin presión, propiciaron numerosos cambios de posición, entre las que estaba el británico George Russell, que se vio 10º con opciones de lograr el primer punto de la temporada para Williams.

Su gozo en un pozo: mientras iba tras el coche de seguridad, se fue contra el muro.

Esto hizo que el coche de seguridad se quedarse más vueltas de lo esperado, lo que provocó que las opciones de Daniil Kvyat o Sergio Pérez, que venían por detrás de Daniel Ricciardo, se difuminasen. El australiano entró tercero, tras los Mercedes, que consumaron su séptimo campeonato del mundo de constructores.

En la próxima cita, en Turquía, Lewis Hamilton tiene su primer 'match ball' de esta temporada: le vale con hacer lo que ha hecho en 9 de las 13 carreras disputadas, que es ganar.

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