El Real Madrid comenzó en la primera parte dominando gracias al planteamiento de cuatro mediocentros que sacó Zidane con Modric, Isco, Valverde y Casemiro. Ellos junto con Jovic fueron los principales agitadores del partido ante un Benzema más discreto. Precisamente el serbio fue el jugador con más presencia en ataque y el protagonista de las ocasiones más claras hasta que abandonó el campo.

La primera que tuvo, un pase de la muerte que le pone Valverde desde la banda derecha al que el 18 no llega bien y termina mandando a las nubes. Tras alguna llegada más con sensación de peligro para los blancos, estos dieron la impresión de relajarse creyendo que su gol caería eventualmente.

Así, propiciaron la llegada de las primeras ocasiones del equipo vallisoletano, principlmente por medio de Orellana, Waldo y Weissman, que estrenó titularidad después de perderse el último partido por motivos religiosos.

Tras el descanso, volvió a ganar protagonismo Jovic con un gran remate en una jugada a balón parado, pero Roberto se hizo grande para detener el balón en la línea de gol. El rebote le cayó a Casemiro que esta vez no transformó ese gran olfato que tiene para aprovechar las segundas jugadas, estrellando el balón en el larguero.

Respondió Weissman en la otra portería en una jugada en la que, ante la pasividad de la defensa blanca, siguió avanzando y terminó disparando desde la frontal. Courtois también mostró su calidad innata sacando una mano que a la postre terminaría siendo clave en el desenlace del encuentro.

Con los cambios en el once de Zidane vino también el de la tónica del encuentro. Entraron Vinícius y Asensio en lugar de Isco y Jovic y poco tardó el brasileño en hacer de las suyas. Al igual que en su primer partido contra el Valladolid, un rebote le permitió ver puerta y adelantar a su equipo.

Una jugada rocambolesca en la que Bruno falla clamorosamente en la salida, Benzema no consigue rematar y tras dos rebotes, el balón le cae a Vinícius quien zafó el fuera de juego al recibir el balón de un rival.

Soprendentemente, el brasileño tuvo otra ocasión casi igual de clara en un dos para uno con Benzema en la que no se entendieron en ningún momento y Vinícius ni siquiera llegó a disparar tras un mal control. También un uno contra uno contra Roberto en la última jugada que mandó a las manos del meta.

Aguantó en los últimos minutos el Real Madrid las acometidas de un Valladolid que dominó el juego en el cuarto final del partido, con los de Zidane replegados buscando defender y aprovechar la velocidad de Asensio y Vinícius en algún contraataque.