Carlos Sainz saldrá tercero en el GP de Italia de Fórmula 1, tras una clasificación espectacular para él en la que sólo los imparables Mercedes pudieron superarle. La pole, como no podía ser de otra manera fue para Lewis Hamilton, que logró la vuelta más rápida de la historia de la competición al completarla a una media de 264.362 km/h.

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Fue una clasificación marcada por dos conceptos: el 'modo fiesta' y los rebufos. Los primeros están prohibidos desde este GP, en un intento de dirección de carrera de igualar las condiciones entre todos los competidores. Básicamente, los pilotos deberán mantener el mismo mapa motor desde el principio de la clasificación hasta el final de la carrera.

En cuanto a los rebufos, en Monza son clave: la aspiración que se consigue del coche de delante puede hacer que se ganen dos o tres décimas, y en un trazado con largas rectas como este, todos o casi todos lo han querido usar.

Sin embargo, hubo dos corredores que no los necesitaron. El primero fue el propio Lewis Hamilton, cuya superioridad  es manifiesta. Sólo Valtteri Bottas se le acercó, pero no pudo con él. Ni 'modo fiesta', ni rebufos: el hexacampeón está imparable.

El otro que no buscó el rebufo fue Carlos Sainz. Ya había demostrado en la Q1 y Q2 que iba a estar muy arriba, pero cuando en el último intento se aupó a la tercera posición, el modo fiesta se activó pero en su box, el de McLaren. Iguala su mejor clasificación, la lograda en el GP de Estiria, pero aquella fue con lluvia. Si la suerte le acompaña, no se puede descartar que luche por el podio este domingo, aunque no será nada sencillo.

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Mientras Sainz y su actual escudería se divertían a logrande, el que será su próximo equipo se hundieron. Sebastian Vettel no pudo pasar de la Q1 y sólo marcó el 17º tiempo, tras pifiar la estrategia del juego de rebufos. Es la primera vez que cae en esta tanda en este 2020.

Charles Leclerc pasó a la Q2, pero no pudo hacer mucho más. "Es lo máximo", admitía, suspirando y cansado, por radio cuando se confirmó el 13º. La propia Fórmula 1 señalaba la estadística: es la primera vez desde 1984 que los dos Ferrari saldrán fuera del 'top 10' en el GP de Italia. Aquel año, Michelle Alboreto salió 11º y René Arnoux, 14º.