El Celta ha salvado la categoría pese a no poder ganar al Espanyol, que les hubiera dado la tranquilidad sin mirar a lo que pasaba en Butarque. Los de Óscar García mostraron las mismas carencias que les han complicado, y a punto estuvieron de pagarlo muy caro.

El Celta se vio contra las cuerdas justo antes del descanso. El gol de Bryan Gil en el Leganés-Real Madrid llegó un minuto antes de que Embarba marcase para el Espanyol. El problema es que la jugada que acabó con su disparo lejano tuvo al árbitro de protagonista involuntario, ya que desvió el balón. Después de unos minutos consultándolo en el VAR, quedó anulado.

La inoperancia y falta de ideas en el Celta casi les cuesta muy caro. El empate de Assalé para el Leganés en el 80 del partido de Butarque obligaba a los gallegos a marcar para respirar tranquilos, y fue Iago Aspas, quién si no, el que se echó el equipo a las espaldas.

No fue suficiente y al final, más por lo ocurrido en Butarque que por lo hecho en casa, el conjunto gallego logró resistir el 0-0... y gracias. Mucho tendrán que mejorar el año que viene si no quieren sufrir tanto.