El regreso de Fernando Alonso a las 500 millas de Indianápolis, en el aire por el coronavirus... y los Juegos Olímpicos

Fernando Alonso, en Indianápolis
Fernando Alonso, en Indianápolis
EFE
Fernando Alonso, en Indianápolis

Una de las grandes citas deportivas previstas para este año iba a ser, y de momento será, la carrera de las 500 millas de Indianápolis. Calendarizada en origen para el 24 de mayo, el estallido del coronavirus y las restricciones que se están tomando desde todos los gobiernos, incluido el de Estados Unidos, hace que ahora mismo no esté tan claro.

Este factor hace que Fernando Alonso, cuya participación allí estaba marcada en rojo después de no pocos problemas para asegurarla, esté un tanto inquieto sobre lo que pueda pasar. El asturiano se lo toma con filosofía, entrenándose en su casa y cumpliendo a rajatabla con las instrucciones de las autoridades, a quienes no duda en criticar si estima que lo están haciendo mal.

El arranque de la IndyCar, que iba a ser en el circuito de St. Petersburg (Florida), se aplazó al igual que las pruebas previstas para todo el mes de abril. Todo a la espera de que en mayo se pueda reactivar el campeonato, aunque no se quieren comprometer a ello.

Ir retrasando el campeonato es la opción lógica, pero en la disputa de este certamen, hay otro factor clave y determinante para sus fechas, aunque no tiene mucho que ver con el mundo del automovilismo: los Juegos Olímpicos de Tokio.

La decisión de aplazar o mantener la cita de las últimas semanas de julio y agosto ya hizo que la IndyCar se adaptara, no tanto por una especie de tregua olímpica, sino simplemente porque la televisión con derechos, la NBC, así lo exigió.

Para la cadena, retransmitir los Juegos es uno de sus puntos álgidos, por lo que el resto de competiciones deben adaptarse si quieren ser emitidas por ellos. Ahora, con la continuidad de la cita de Tokio muy en entredicho, el efecto dominó es evidente sobre los demás.

"Haremos todo lo posible para disputar las 500 millas de Indianápolis y el Gran Premio (la carrera que se disputa sobre el trazado ajeno al óvalo, pero en el mismo circuito) en mayo. Si no fuera factible, analizaremos todas las otras posibilidades. Nadie sabe las respuestas, incluida la posibilidad de que los Juegos Olímpicos no se celebren", afirmó Mark Miles, CEO de la IndyCar, en conferencia de prensa por vía telefónica.

Si se pospusieran los Juegos para más adelante (se habla de septiembre u octubre, si bien ahí choca con la dificultad de la época e tifones), no habría mayor problema: se podrían disputar las carreras aplazadas en junio, estirar hasta julio y mover, si fuera necesario, para esas fechas las 500 millas, una de las carreras más mediáticas, tanto 'insitu' (es la prueba deportiva con más público en el recinto del mundo) como por televisión, que es quien paga.

Si los Juegos mantuvieran sus fechas previstas (del 24 de julio al 9 de agosto), incluso habría margen... siempre que las competiciones deportivas no se pospongan mucho más allá de junio.

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