El PSG llegó como víctima y acabó siendo el verdugo del Borussia de Dortmund que no pudo aprovechar el 2-1 de la ida y se quedó sin pase a cuartos de Champions League.

Por primera vez en los últimos seis años, Neymar jugó un partido un 11 de marzo. Para él es una fecha especial: el cumpleaños de su hermana. Esta vez no tuvo una extraña lesión que, oportunamente, le permitió hacer una escapada, aunque tuvo conato de retirarse en el minuto 8 cuando echó mano al muslo tras un golpe.

Pero esta vez no fue noticia por borrarse, sino todo lo contrario. A la media hora de encuentro, Neymar cabeceó el 1-0 que igualó la eliminatoria, con Achraf en primera fila contemplando cómo le comía la tostada y Mbappé en la grada vacía celebrando como si su gripe ya fuese pasado.

El gol destrozó a un Borussia que se encomendó a la puntería de Haaland, pero que se deshizo como un azucarillo desde el primer cuarto del campo. Las carencias defensivas de los alemanes dieron alas a los parisinos, como demostró el tanto de Bernat: pérdida en el centro del campo, el lateral conectó con Sarabia y su disparo lo acabó rozando para poner el 2-0.

Tras el descanso parecían otros. Al menos durante unos instantes, el equipo alemán buscó a la desesperada la remontada, o como poco un gol que mandara el eliminatoria de la prórroga. El partido acabó con lío. Emre Can acabó expulsado tras comenzar una tángana por un pique que se fue de las manos con Neymar. Con uno menos, el Borussia buscó la heroica pero se quedó corto y fuera de esta Champions League.