Finalmente, y como se temía, el Clásico entre el Barcelona y el Real Madrid contó con el protagonismo de los vándalos, que provocaron varios incidentes durante y después del partido, disputado en Barcelona. Hasta las 24:00 horas de este miércoles, el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) había realizado 64 asistencias sanitarias, 59 de ellas de carácter leve y cinco de carácter menos graves por fracturas.

Según informó el SEM, trece de las personas que atendieron durante los disturbios tuvieron que ser trasladadas a centros sanitarios. 

Además, dos mossos d'Esquadra resultaron heridos de gravedad y 53 de carácter leve en los disturbios que se registraron en las calles de los alrededores del Camp Nou, protagonizados por manifestantes independentistas violentos.

Según informaron a Efe fuentes policiales, los agentes heridos leves sufrieron contusiones como consecuencia del lanzamiento de objetos por parte de los alborotadores.

Las horas previas al Clásico de Liga entre Barcelona y Real Madrid en el Camp Nou estuvieron marcadas asimismo por las protestas organizadas por Tsunami Democràtic para reivindicar la independencia de Cataluña, que terminaron con 21 heridos leves y al menos cinco detenidos. Desde primera hora de la tarde, el foco del partido estaba muy lejos de lo deportivo, mientras miles de personas se concentraban en los aledaños del estadio azulgrana al grito de "llibertat".

Cargas de los Mossos y un detenido en los enfrentamiento entre Boixos Nois y manifestantes de Tsunami Democràtic

El dispositivo especial desarrollado por los Mossos D’Esquadra, la Policía Nacional, la Guardia Urbana y la Guardia Civil, además de seguridad privada, puso en la calle a 3.000 efectivos para velar por la seguridad y el correcto desarrollo del evento. Los cortes de calles previstos se iniciaron a primera hora de la tarde, para evitar el tráfico en la zona y facilitar tanto las protestas organizadas como su desempeño sin incidentes.

A las 16.00h estaban convocadas las movilizaciones organizadas por Tsunami en tres puntos estratégicos cercanos al Camp Nou. En total, unas 7.000 personas apoyaron la iniciativa, con el lugar de concentración más multitudinario situado en la Avenida de Juan XXIII, por donde debían pasar los autobuses de sendos equipos, alojados en el Hotel Sofía, a 400 metros del estadio. Durante las horas previas al partido apenas hubo incidentes: los autobuses llegaron al campo sin ningún problema y los más enojados eran los espectadores, que tuvieron que pasar varios controles para llegar al coliseo azulgrana.

Sin embargo, los mayores momentos de tensión llegaron con el comienzo del choque y en los aledaños del estadio. Manifestantes encapuchados quemaron contenedores montando una barricada en la Travessera de les Corts de Barcelona. Asimismo, grupos de encapuchados hicieron una segunda barricada con contenedores y una valla de seguridad ante el acceso 16 del campo. Los concentrados convocados por Tsunami Democràtic lograron superar las barreras del acceso 16 del Camp Nou mientras se celebraba el Clásico, intentando colocar una barricada, aunque los Mossos d’Esquadra lo impidieron y cargaron para dispersarlos.

También se produjeron cargas en la zona de Travessera de les Corts de Barcelona, cerca del estadio, al producirse altercados en la zona con grupos de encapuchados, y los antidisturbios, que usaron las lanzadoras de proyectiles de foam. Los manifestantes lanzaron objetos contundentes contra la policía, tratando de cruzar contenedores y hacer barricadas. Por entonces, el olor a quemado ya se percibía en el interior del estadio, mientras por megafonía se pedía evitar la salida sur del campo.