La llama de la generación de oro del baloncesto español sigue apagándose progresivamente. El último en colgar las zapatillas ha sido José Manuel Calderón, un hombre de una importancia vital en los éxitos de la selección, con una gran importancia en la NBA y que quizás sea uno de los jugadores más infravalorados del deporte de la canasta en nuestro país.

Vivir a la sombra de Pau Gasol no es sencillo, su tremendo impacto en la liga norteamericana ha eclipsado en buena parte a otros jugadores que se han labrado una carrera inimaginable apenas unos años antes. Y es que Calderón ha estado catorce en la NBA y será recordado en la franquicia en la que pasó sus ocho primeras temporadas como un ídolo. En los Raptors dejó un recuerdo imborrable tras llegar casi de puntillas y establecerse como titular indiscutible en sus últimos años.

Nacido en Villanueva de la Serena (Badajoz) hace 38 años, se formó en la cantera del Baskonia y sus primeras canastas las anotó en Alicante y Fuenlabrada, desde donde volvió a Vitoria, lugar en el que se convirtió en uno de los mejores bases del Viejo Continente.

A la NBA con 24 años

El gran salto de su carrera lo dio en 2005, cuando puso rumbo a Canadá. No fueron fáciles sus inicios, pero su talento, su entendimiento del juego, su trabajo incansable y un físico privilegiado acabaron por convertirle en el playmaker titular en una liga, la mejor del mundo, plagada de jugadores de un enorme talento en su posición.

En Toronto coincidió con toda una leyenda como Chris Bosh y junto a él disputó dos veces los playoffs (2007 y 2008) antes de la marcha del ala-pívot a Miami junto a LeBron James y Dwyane Wade. Calderón fue traspasado a los Detroit Pistons en 2013 y dejó los Raptors como el tercer jugador que más partidos había disputado con su camiseta, el que más asistencias había dado y batiendo el récord históricos de tiros libres anotados de manera consecutiva por cualquier jugador en la NBA.

Ya más veterano y con más limitaciones físicas, aportó su veteranía allá donde era requerido. Jugó en Mavericks, Knicks, Lakers, Hawks y casi ficha por los Warriors (lo que le hubiera dado un anillo). Después, jugó en los Cavs de LeBron, llegando a disputar las Finales de 2018.

Con España ha sido parte fundamental de los éxitos en las dos últimas décadas. Su figura se vio eclipsada por Pau y también por Navarro, pero su papel fue clave en casi todos los grandes logros. Campeón mundial en 2006, plata olímpica en 2008 y 2012 y bronce en 2016 y campeón europeo en 2011 son parte de un palmarés que cuenta con ocho medallas y 193 internacionalidades. Sin ofertas, ha decidido usar su inteligencia en los despachos, formará parte de la ejecutiva de la asociación de jugadores de la NBA, según varios medios americanos.