Sabemos que toma los Martini agitados pero no mezclados, que conduce un Aston Martin, que tiene licencia para matar y que su nombre es Bond, James Bond. Lo que no sabemos aún es cómo se llamará el actor que sustituirá a Daniel Craig como agente 007. El británico se despidió de la saga con Sin tiempo para morir, disponible en España en Apple TV+. Cada relevo en el mundo Bond suscita curiosidad y suspicacia: el personaje más famoso del mundo debe tener una encarnación a su altura.
Cuando Ian Fleming supo que habían elegido a un escocés para interpretar a su sofisticado agente inglés, montó en cólera. La ira se atemperó en cuanto supo que el escocés en cuestión era Sean Connery, casi desconocido hasta el momento. De hecho, Connery apenas acababa de renunciar a una carrera como futbolista en el Manchester United para dedicarse a la actuación.
Tras su Bond (“el Bond definitivo” para muchos espectadores), llegaron otros de disparejo éxito. En el lado de la fama, se encontrarían Pierce Brosnan y Roger Moore (el agente implacable y el más divertido, respectivamente) y el extremo contrario, el olvidado George Lazenby. Este australiano, 007 más joven hasta la fecha, reconoció que había echado su carrera a perder por su afición a las mujeres (presuntamente, tuvo más de mil amantes) y al alcohol. Lo excusó de la siguiente forma: “Dios mío, es que eran tan guapo…”. Estos intérpretes pueden ser los siguientes en ponerse al volante de la franquicia.
Aaron Taylor-Johnson
Aunque nadie lo tenga en su lista de actores favoritos, Aaron Taylor-Johnson sería uno de los intérpretes con mejor carrera antes de convertirse en 007. Taylor-Johnson lleva actuando desde que tenía seis años y, desde entonces, lo ha sido todo en el cine, pasando por John Lennon en el placentero biopic Nowhere boy (dirigido por su mujer, Sam Taylor-Johnson). También ha trabajado para Christopher Nolan, Oliver Stone, Tom Ford, Matthew Vaugh y el cineasta con más poder de la industria actual (aunque cada vez menos), Marvel.
Además de su currículo, lo amparan otras ventajas: Cuenta con un pasaporte 100% británico, presencia escénica, el refinamiento necesario y la dosis aún más indispensable de socarronería, el público lo conoce pero no lo suficiente como para que, al verlo en la saga, vayan a pensar en Aaron Taylor-Johnson antes que en James Bond. Según fuentes cercanas a la productora, la franquicia ya le ha ofrecido el papel. Sólo queda que él lo acepte. Si no lo hace, estos podrían ser sus sucesores.
James Norton
También es inglés. También es guapo. También tiene una carrera a sus espaldas. James Norton, de 38 años (la misma edad de Daniel Craig cuando debutó en la saga), sería capaz de interpretar a un villano de 007 y al propio Bond. Como prueba, la reciente Happy Valley, en la que da vida al psicopático violador que atormenta a la policía protagonista y su familia; y Grantchester, en la que encarna a un amable e inteligente sacerdote que resuelve crímenes. Por tanto, sería una opción magnífica, con cierto componente de imprevisibilidad (¿tendrá el carisma suficiente para ser 007?) que la haría memorable.
Tom Hardy
Lo sumamos a la lista por inercia pero un Tom Hardy como Bond, James Bond es algo que nunca va a pasar. Aunque lo habría hecho muy bien. Su principal problema es su principal virtud: es demasiado famoso para ser 007. Además, Hardy arrastra consigo un aura de gamberrismo y desaliño que chocarían con el agente especial. Tampoco veremos ya a Idris Elba como 007, del que tanto se ha hablado y que previsiblemente tan bien lo hubiese hecho. Por otra parte, entre los actores a los que nunca se mencionó de forma inexplicable, cabe destacar a Dominic West. ¿Quién no habría querido a McNulty encadenando Martinis en un Aston Martin?
Sam Heughan
Heughan es un orgulloso escocés y viste con ufanía el kilt, igual que hacía el primer James Bond, Sean Connery. Unido a la saga Outlander, Sam Heughan ha hecho sus pinitos en el cine de acción, pero no acaba de traspasar la película que separa el cine en pantalla grande de las series. ¿Podría ser 007 su próximo papel? No cabe duda que debe figurar en más de un plan B de los productores de la franquicia, en caso de que Taylor-Johnson les diga que no.
Richard Madden
Lo conocimos como el hijo perfecto en Juego de Tronos y, más tarde, lo vimos como guardaespaldas en la serie homónima. Poco más. La carrera de Robb Stark se ha quedado en stand-by. Una licencia para matar le vendría bien, y reúne varios de los requisitos necesarios para expedirla (de nuevo, es británico, conocido pero no muy popular, atractivo y solvente).
Dev Patel
La elección de Patel no parece probable pero, una vez que uno lo piensa bien, se antoja una selección casi obligada. Por una parte, Dev Patel es irreprochable como actor (ha sido candidato a un Oscar y, quizá, esto atenúe sus posibilidades). Por otra, es británico, su edad encaja con la de los 007 precedentes y, por último, al ser de origen hindú, su contratación pondría de los nervios a la facción más reaccionaria de la audiencia. Y esto es algo que siempre merece la pena.
¿Quieres estar a la última de todas las novedades de cine y series? Apúntate a nuestra newsletter.
Comentarios