Los accidentes laborales siguen sin dar tregua en Andalucía. Así lo ponen de manifiesto los datos facilitados por la Junta, que reflejan un incremento de los siniestros en el último año del 6,9%, al pasar de los 87.485 registrados entre enero y noviembre de 2016 (incluidos los accidentes in itinere) a los 93.553 del mismo periodo del pasado año (6.068 más), a falta de contabilizar oficialmente las cifras de diciembre.

Las muertes en el tajo también se han incrementado: 111 en los primeros once meses del año pasado, dos más que en 2016, lo que supone un aumento del 1,8%. Para intentar paliar esta escalada de siniestralidad, la Junta va a comenzar a desarrollar "en unas semanas" la nueva Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2017-2022, que cuenta con un presupuesto de 59 millones de euros y que priorizará las políticas dedicadas a mejorar la seguridad en las pymes, ya que la mayor parte del tejido productivo andaluz está "atomizado" en pequeñas empresas.

Así lo ha señalado la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que ha anunciado que en unos días se pondrá en marcha el primer plan de la estrategia en este ámbito, con un programa de nueve millones de euros destinado a subvenciones para pymes.

Volviendo a los datos, llama la atención que, según expone el sindicato UGT-A, de los más de cien fallecidos en accidente laboral en 2017, 50 llevaban trabajando en el puesto menos de un año, 26 se habían incorporado hacía tan solo un mes y seis perdieron la vida durante el primer día de trabajo.

Por sectores, el de la industria es el que acumuló mayor número de fallecidos (21), junto con el sector agrícola (20) y el de la construcción (14), campos que, según la organización sindical, se caracterizan por tener un tipo de empleo "temporal y precario". Sevilla (28 fallecidos), Almería (20) y Málaga (18) son las tres provincias más castigadas por las muertes en el trabajo.

Igualmente han crecido los partes por enfermedad laboral, que en 2017 ascendieron a 1.001, por los 848 del ejercicio anterior (un 18% más), según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

La estrategia tendrá también en cuenta la incidencia de los accidentes de tráfico, que suponen el 13% de los siniestros laborales y el 30% de las muertes, así como los accidentes por patologías no traumáticas, como infartos o derrames cerebrales.

Las organizaciones sindicales han valorado positivamente esta estrategia, aunque UGT-A ha reclamado una "mayor actuación de la Inspección Laboral y una mayor dotación de inspectores". Desde CC OO-A han cifrado en más de 500 millones de euros lo que asume el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y que "no le corresponde" al tratarse de enfermedades laborales, por lo que advirtió sobre este "perjuicio económico y el deterioro del SAS".