Sánchez ficha para Economía a Nadia Calviño, directora de presupuestos de la Comisión Europea

La directora de presupuestos de la Comisión Europea, Nadia Calviño, será la nueva ministra de Economía en el gabinete de Pedro Sánchez.
La directora de presupuestos de la Comisión Europea, Nadia Calviño, será la nueva ministra de Economía en el gabinete de Pedro Sánchez.
Etienne Ansotte / COMISIÓN EUROPEA
La directora de presupuestos de la Comisión Europea, Nadia Calviño, será la nueva ministra de Economía en el gabinete de Pedro Sánchez.

Nadia Calviño (A Coruña, 1968), actual directora general de Presupuesto de la Comisión Europea, cargo que desempeña desde 2014, será la nueva ministra de Economía del Gobierno de Pedro Sánchez, según han confirmado a EFE fuentes del PSOE.

Calviño, licenciada en Económicas por la Universidad Complutense y en Derecho por la UNED, es Directora General de la Dirección de Presupuestos de la Comisión Europea y alta funcionaria en Bruselas.

Nacida en la Coruña en 1968 es hija de José María Calviño, exdirector general del ente público Radio Televisión Española entre 1982 y 1986 y trabajó en el Ministerio de Economía y Hacienda en 2004 con Pedro Solbes como ministro.

Calviño ha ocupado los puestos de Directora General Adjunta en la Dirección de Competencia en la CE y de Directora General en la Dirección de Mercado Interior.

Anteriormente, en la administración española, ha sido Directora General de la Comisión Nacional de la Competencia de España y ha ejercido como profesora de universidad en la Universidad Complutense.

Tiene conocimiento de tres lenguas extranjeras, inglés, francés y alemán.

En la actualidad dirige en la CE el departamento que se dedica a la programación financiera, los presupuestos anuales y las normas contables y financieras.

Sintonía con la UE

Deja el cargo en un momento crucial para el departamento, justo cuando empieza la negociación entre los países del marco financiero plurianual para 2021-2027 elaborado por sus servicios y que será el primero post-brexit o ruptura británica con el bloque comunitario.

Calviño cuenta con la baza de su carrera experiencia en la Unión Europea y en particular en materia de Presupuestos, que le será muy útil a la hora de negociar en los próximos meses el presupuesto plurianual de la UE dónde están en juego los fondos que recibirá España para agricultura, cohesión o empleo.

Juega con la ventaja de que la propuesta ha sido diseñada por el servicio que dirigía hasta hoy y su bagaje en las negociaciones de las cuentas comunitarias.

Llega además en un momento crucial para la eurozona, con los Diecinueve países que comparten el euro como moneda única decididos a pactar medidas de reforma en su cumbre de junio tras meses de debate en los que España, con el Gobierno del PP, ha defendido una mayor integración.

La elección de Calviño lanza una señal europeísta a los socios del euro en un momento de incertidumbre por el rumbo que pueda tomar Italia, al tiempo que garantiza que la sustituta de Román Escolano conoce tanto los temas sobre la mesa como las normas de disciplina fiscal que España deberá seguir cumpliendo.

Retos pendientes

La futura ministra de Economía asumirá el cargo en un momento en el que la economía española crece a un ritmo anual del 3 %, pero con la expectativa de que se vaya desacelerando ligeramente, y con el reto de decidir sobre el futuro de Bankia.

Entre sus primeras tareas estará también la de elaborar el cuadro macroeconómico que acompañará al techo de gasto que previsiblemente se aprobará en julio.

La nueva ministra tendrá que decidir el futuro de Bankia, a la que Podemos ha considerado en repetidas ocasiones una oportunidad para impulsar la banca pública, aunque el compromiso de España con sus socios europeos pasa por la privatización de la entidad.

La clave está en qué momento llevar a cabo la operación y de qué forma, pues el anterior Gobierno se había fijado entre sus objetivos que el Estado, que controla aún más del 60 % de Bankia, saliera del capital de la entidad antes de que concluyera 2019.

En materia legislativa, el nuevo Gobierno debería seguir adelante con la nueva ley hipotecaria, con la transposición íntegra de la directiva Mifid2, que obliga a una mayor transparencia a la hora de vender productos de inversión, o de PSD2, que facilita, previa autorización, el intercambio de datos de clientes por su banco.

También deberá resolver si reactiva demandas desde el Ejecutivo europeo como la liberalización los servicios profesionales o el desarrollo de la legislación para la unidad de mercado.

Una vez que se eligió en los últimos días del Gobierno de Rajoy a Pablo Hernández de Cos como gobernador del Banco de España, un técnico de la casa sin vínculos políticos, es muy probable que a la nueva ministra le toque impulsar la renovación del "número dos" del organismo supervisor.

Actualmente el subgobernador del Banco de España es Javier Alonso y, aunque su mandato no expira aún, su intención era dejar el cargo coincidiendo con la marcha este mes de Luis María Linde.

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