VICENTE VALLÉS. PERIODISTA
OPINIÓN

La deprimida izquierda europea

Vicente Vallés
Vicente Vallés
JORGE PARÍS
Vicente Vallés

El inicio de un nuevo año es buena ocasión para renovar los propósitos, reflexionar sobre lo hecho y planificar aquellas modificaciones que puedan ser beneficiosas para la causa que se defiende. La izquierda europea necesita renovar, reflexionar y modificar. La oferta de los partidos socialistas occidentales ha dejado de ser atractiva para millones de ciudadanos progresistas.

En el Reino Unido, el Partido Laborista lleva años huyendo de la herencia dejada por la Tercera Vía de Tony Blair, pero se ha echado en brazos del ala más utópico-izquierdista, liderada por Jeremy Corbyn. Ha vuelto el laborismo de los años 60 y 70, cercano a los sindicatos y alejado de las clases medias. No le va mal en las regiones industriales, pero solo con el apoyo de los obreros de las fábricas no se ganan las elecciones. Incluso, muchos de esos trabajadores han optado por votar a los antieuropeístas de la UKIP. Un reciente estudio del think tank Fabian Society augura al laborismo una larga travesía a través de un desierto electoral.

En Alemania, los problemas generados por la llegada de refugiados no han beneficiado al SPD, sino a los ultras de Alternativa por Alemania. Y los sondeos solo permiten aventurar que sea Angela Merkel quien frene ese ascenso. Los socialdemócratas tienen un partido fuerte pero, en términos electorales, la Gran Coalición ha jugado más en su contra que a su favor. Este año tendrán que enfrentarse otra vez a la todopoderosa Angela.

En Francia, el socialista François Hollande ha conseguido ser el presidente más impopular de la V República, y ha optado por ser también el primero que no se presenta a la reelección. A pocos meses de las urnas, la duda es si ganará la derecha o lo hará la extrema derecha. Una victoria de los socialistas Manuel Valls o Emmanuel Macron sería una sorpresa. Y, en cualquier caso, ambos pertenecen al sector centrista del partido.

En Italia, el joven y arrojado Matteo Renzi intentó suicidarse con un referéndum y lo consiguió. Era la esperanza de la socialdemocracia europea, y ahora está fuera del gobierno. Quizá intente volver. Y quizá lo consiga. Pero, de momento, ha echado una mano a la derecha antieuropea de la Liga Norte, y a la izquierda delirante del Movimiento 5 Estrellas.

En España, el PSOE inicia 2017 sin secretario general y con el temor de que el partido se divida entre sanchistas y susanistas, mientras Podemos sufre una crisis propia de su adolescencia política. Pablo Iglesias, con buen ojo de analista, dijo antes de las elecciones de 2015 que Podemos tenía una "ventana de oportunidad" para llegar al poder. No la aprovechó, ni tampoco en las elecciones de junio de 2016. Sabían qué hubieran hecho de llegar al poder, pero no habían planeado qué hacer desde la oposición. Ahora están deprimidos y Rajoy, en la Moncloa.

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