Cuando la crisis dio su peor cara, un argumento se repetía con cada mala noticia. Los salarios bajan, pero los precios se estancan; se congelan las pensiones y sube el paro, pero al menos, nos decían, los precios siguen estancados. Y en el último año nuestra economía creció un 3,3% y la inflación se disparó un 3%, pero las pensiones han subido un 0,25%, los contratos que se hacen son precarios y los salarios siguen esperando.
OPINIÓN16.02.2017 - 06:45h
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