Iglesias dijo ayer que la nueva legislatura le recuerda a la de 1996, en la que Aznar (PP) venció a Felipe (PSOE) pero quedó lejos de la mayoría absoluta y tuvo que entenderse con Pujol (CiU) y Arzalluz (PNV) para gobernar. Es pronto para hacer tal comparación, pero resulta evidente que Rajoy quiere entenderse con Rivera... y con Urkullu (PNV). Y que CDC tiene bastante más cercanía en política económica con PP y C's que con Podemos y PSOE. Eso sí, la visión del Estado aleja al nacionalismo vasco y, sobre todo, al catalán del PP. Urkullu reclama más autogobierno para Euskadi y la actual CDC de Mas y Puigdemont, en crisis, quiere la secesión. Podemos ha pecado de cierto infantilismo al dar por hecho que los nacionalistas les apoyarían: el PNV y Bildu los ven rivales directos en Euskadi (en octubre habrá autonómicas), e igual ERC y CDC en Cataluña. Nadie, menos aún el PSOE, les regalará protagonismo. En el Congreso impera el todos contra todos... paso previo al pragmatismo.

De Candy Crush a Pokémon Go.

Nacionalismo proPP.

El PP ya no está solo.

¿Nada ha cambiado?

Cataluña al fondo.

Que no paren.

A la política se viene llorado de casa