ISRA ÁLVAREZ. PERIODISTA
OPINIÓN

Carta a Dolors Montserrat, ministra de Sanidad

Isra Álvarez, periodista de 20minutos.
Isra Álvarez, periodista de 20minutos.
JORGE PARÍS
Isra Álvarez, periodista de 20minutos.

Me va a perdonar si no me dirijo a usted como excelentísima, ni ilustrísima, ni ningún otro ísima rimbombante, porque no la conozco y no sé si le van esos adjetivos que se le pegan a los cargos sin mirar si le pegan a quien los carga.

Usted habrá oído del caso de Francisco Luzón. Es un banquero, eminente economista, que además de cuanto ganó en vida (creo que no era mileurista) se jubiló con 32 millones de euros limpios. Ahora Luzón ha enfermado de una esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Sé que no tiene usted experiencia en sanidad: es la cosa esa de la gente que se echaba cubos de agua por encima. Luzón probó suerte en Estados Unidos, en la sanidad privada y desalmada de allí.

Señora ministra, ¿quiere saber qué es angustia? Pruebe a enfermar en EE UU sin ser rico. Da miedo. En cualquier caso, a Luzón (que ahora ha abierto una fundación para la investigación contra la ELA) no le sirvió de mucho. Ahora está tratándose en España, en el Hospital Carlos III, adscrito a La Paz. No le doy más antecedentes, que tendrá usted Google como todo el mundo. Su partido, el PP, se ha distinguido por recortar la sanidad de forma feroz. Inmisericorde. Medidas inclinadas quizá a empujar a los ciudadanos a la sanidad privada. Ya sabe, allí no hay listas de espera, las habitaciones son individuales y los hospitales están en urbanizaciones caras.

Pero, ¿sabe qué no pueden pagar 32 millones de euros? No pueden pagar la vocación; la investigación sin medios, pero con talento; la experiencia que aporta la sobrecarga diaria; la entrega desinteresada; la humanidad sin límites; el espíritu de equipo y el trabajo sin ansias personales. Al final, todo el mundo lo sabe, si hay un problema grave acabas en la Sanidad Pública. Todos enfermamos, señora ministra. Todos. La enfermedad no sabe contar billetes.

No espere usted como hizo Luzón, ojalá hallen una cura para él y para los otros miles de casos de ELA sin voz ni billetera. No espere. Y si no le dejan arreglar la Sanidad Pública por intereses de grandes empresas, por grupos de presión o de su propio Gobierno, quéjese, denúncielo. Si nada, vale, Dolors, renuncie.  Quizá decepcione a quienes la nombraron, pero habrá hecho su trabajo. ¿Recuerda que fue usted abogada de oficio? ¿Recuerda cobrar poco, tarde y mal para defender a quienes no tenían recursos? Esa es la idea. No todos necesitamos un abogado, pero todos necesitamos, alguna vez, una cura. Sea leal. Sea sensata.

Atentamnte, un futuro paciente, Isra Álvarez

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