Los expertos auguran problemas "transitorios" en la economía mundial por la crisis de Japón

  • Dicen que "las repercusiones van a ser muy escasas a nivel mundial".
  • La OCDE admite que la destrucción es tan grande que todavía es pronto para valorar el impacto económico total de la catástrofe.
  • Los productos más importados por España de Japón son los automóviles y accesorios de automoción, bicicletas, motocicletas y componentes electrónicos.
  • Toyota, el mayor fabricante mundial de coches, asegura que "un 75% de los modelos que se venden en España son de fabricación europea".
El tsunami provocado por el terremoto de Japón arrasó todo a su paso.
El tsunami provocado por el terremoto de Japón arrasó todo a su paso.
REUTERS
El tsunami provocado por el terremoto de Japón arrasó todo a su paso.

El terremoto y el tsunami que sacudieron el este de Japón el pasado viernes, unido a la crisis en algunas centrales nucleares, permiten hablar de la peor crisis que este país ha vivido desde la II Guerra Mundial, también desde el punto de vista económico. Los cortes de electricidad, ordenados por el Gobierno nipón ante el temor a una falta de suministro, han afectado a las plantas de fabricación de empresas automovilísticas como Honda, Nissan, Mitsubishi, Suzuki y Toyota, que ha paralizado su producción en 12 plantas del país.

Japón se convirtió en 2010 en la tercera potencia económica del mundo, siendo superada por China, que ahora ocupa el segundo lugar, y Estados Unidos. El temor ante un posible contagio global de la economía japonesa está presente, sobre todo cuando este país vive principalmente de sus exportaciones. "Es una gran potencia financiera y tecnológica", afirma Pablo Bustelo, investigador principal del departamento Asia-Pacífico del Real Instituto Elcano.

Según se desprende del último informe económico y comercial sobre Japón del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), este país mantiene un significativo superávit comercial, es decir, que exporta mucho más de lo que importa, especialmente con EE UU y la Unión Europea.

Consecuencias para la economía mundial

La Bolsa de Tokio se hundió este lunes por el temor al impacto económico del seísmo (el índice Nikkei perdió 633,94 puntos). Este martes, el indicador bajó 1.015 puntos, más del 10%. Para Pablo Bustelo, esta caída "previsible" de la bolsa japonesa repercutirá "de manera incierta" en otros mercados.

El Banco de Japón (BOJ) anunció este martes una nueva inyección de 5 billones de yenes (43.761 millones de euros) adicionales al mercado que no han podido evitar los fuertes descensos en la Bolsa tokiota, uno de los parqués más influyentes del mundo.

Esta inyección se suma a la de este lunes, cuando el BOJ puso a disposición de las entidades financieras un récord de 15 billones de yenes (131.859 millones de euros) para contrarrestar el impacto económico del seísmo.

"Habrá un coste, seguramente elevado, para las compañías aseguradoras locales y extranjeras", augura Bustelo. Además, si la crisis nipona se alarga lo suficiente, "la interrupción de suministros, especialmente en componentes electrónicos (sobre todo semiconductores) y automóviles, podrá tener efectos apreciables en el comercio internacional", dice el investigador del Instituto Elcano.

Miguel Ángel Martínez Massa, director de la Cámara Hispano Japonesa, reconoce que el terremoto ha sido "un golpe durísimo" para el país nipón. "La previsión no es halagüeña a corto plazo. Nos vamos a resentir seguro, pero hay que confiar en ellos", concluye.

Sin embargo, otros expertos económicos señalan que todavía es muy pronto para hacer una valoración sobre las consecuencias que esto podría acarrear a escala española y global.

"Las repercusiones van a ser muy escasas a nivel mundial", apunta Lorenzo Dávila, jefe del departamento de investigación del Instituto de Estudios Bursátiles. "Puede haber un problema en cuanto al movimiento con las divisas (las monedas extranjeras), pero yo creo que al final esto se acabaría neutralizando", añade. Esto es, el castigo inicial de los mercados internacionales a la Bolsa de Tokio provocaría una depreciación (disminución del valor) del yen (la moneda japonesa), y por lo tanto se ganaría de nuevo a esos inversores extranjeros.

Para Dávila, los problemas de la economía japonesa son provisionales: "Es un efecto transitorio. Podrán parar sus fábricas, pero luego volverán a producir lo que les corresponde en ese mes junto con lo que corresponde al tiempo que estuvieron paralizados".

Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), recuerda que las cuatro prefecturas que resultaron más perjudicadas en el seísmo (Iwate, Miyagi, Fukushima e Ibaraki) contribuyen a entre el 6 y el 7 % del PIB japonés.

Para la OCDE, el impacto económico del terremoto y el tsunami del 11 de marzo en Japón "puede ser mucho peor" que el que causó el seísmo en Kobe en 1995. El área efectada, medida en cuanto a su peso en el Producto Interior Bruto (PIB) nipón, es más o menos comparable a la perjudicada por el de Kobe.

No obstante, la organización admite que la destrucción es tan grande que todavía no se puede hacer una valoración del impacto económico total.

Este primer análisis de la OCDE sobre el desastre japonés indica que la producción industrial de Japón "probablemente caiga" en marzo y muestre signos "de debilidad" en abril, debido a los daños provocados en las centrales nucleares y los causados por los cortes en el suministro eléctrico.

Sin embargo, desde el lado positivo, señala que, aunque los desastres de este tipo reducen la actividad económica a corto plazo, las tareas de reconstrucción asociadas "suelen impulsar el crecimiento de la producción".

Consecuencias para la economía española

Entre los productos que España más importa de Japón se encuentran, en primer lugar, los automóviles. En segundo lugar, los equipos, componentes y accesorios de automoción. Las motocicletas y bicicletas ocupan el tercer lugar, seguido por los componentes electrónicos, según los últimos datos facilitados por el ICEX relativos a los productos importados por España.

Para García Montalvo, "Japón no está entre los principales países que España importa" (y en cuanto a los países de destino de las exportaciones españolas, Japón ocupó el puesto 25 en 2009), por lo que "nuestra economía podría verse afectada de manera muy indirecta", y "solamente desde el punto de vista energético". "Si las centrales nucleares niponas dejan de funcionar y otras se cierran, entonces Japón necesitaría otro tipo de combustible del que abastecerse, e importaría más petróleo. Si debido a ello, la OPEP decide subir el precio del barril de brent, entonces sí que podría afectar a España", aclara.

Por otro lado, el mayor fabricante mundial de automóviles, Toyota Motor, anunció este lunes que la producción de sus doce plantas en Japón seguirá paralizada al menos hasta el próximo miércoles. Sin embargo, desde Toyota España indican que se trata de "una medida preventiva", y que el cierre provisional de sus plantas en Japón no repercutiría en la venta de automóviles en España, ya que "el 75% de los modelos de Toyota que aquí se venden son de fabricación europea". El 25% restante tienen su suministro "garantizado para las próximas 3 semanas".

En cuanto a las piezas de recambio, indican que también disponen de "suficientes materiales como para garantizar el suministro en varias semanas". "Es un tema de carácter preventivo", concluyen, "y en 3 días se recuperará de nuevo la producción en Japón".

La crisis nipona también ha empezado a repercutir en algunas compañías españolas que venden a este país. El sector vinícola es uno de los que más inversores japoneses atrae: los vinos con denominación de origen (DO) ocupan el puesto número 15 en la lista de los principales productos que España exporta a Japón.

La empresa Félix Solís, que posee las denominaciones de Valdepeñas y La Mancha, está presente en el mercado japonés y cuenta con su propia oficina comercial allí. "Se ha quedado todo paralizado", dicen, aunque señalan que "todavía es pronto para ver la repercusión de todo esto". El primer paso para ellos está siendo el de "contactar con los clientes, desde el punto de vista humanitario, más allá de lo comercial".

Retraso en las exportaciones

Varios expertos en economía señalan a un posible retraso de las exportaciones niponas debido a los problemas en el suministro eléctrico, gravemente afectado por el seísmo. "Puede haber un retraso en la entrega de determinadas mercancías japonesas", comenta Lorenzo Dávila.

José García Montalvo, profesor de Economía de la Universidad Pompeu Fabra, advierte también de este posible retraso: "Las fábricas de coches que están en Japón están paralizadas, al igual que todo lo que es el tráfico marítimo. Para las exportaciones es fundamental que todo vuelva a funcionar. Si las fabricas no funcionan, no hay posibilidad de transportar, montarlo en contenedores y mandarlo afuera", explica.

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