Evo Morales decreta un incremento salarial del 20% para paliar el "gasolinazo"

  • No especificó cuál será la situación salarial del sector privado.
  • Defendió el aumento del precio de los carburantes para cuidar la economía.
  • Ratificó que no habra "corralito" en Bolivia.
Evo Morales
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EFE
Evo Morales

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha afrontado la creciente ola de protestas provocada por el aumento del precio de los carburantes o "gasolinazo" con un decreto que subirá los salarios mínimos nacionales de los trabajadores en un 20% en 2011.

El mismo porcentaje subirán los salarios de la Policía, las Fuerzas Armadas, los trabajadores médicos y maestros, que son el grueso de los funcionarios estatales.

Morales precisó que los empleados de la administración gubernamental que no reciban ese aumento salarial se beneficiarán con un "doble aguinaldo", salvo en su caso, en el del vicepresidente, de los ministros y viceministros.

El gobernante afirmó que actuaba con "responsabilidad" porque el dinero del Estado que iba subvencionar los combustibles, una parte de los cuales era salía de contrabando a otros países, se distribuirá en los salarios.

"Soy responsable con lo que dije: esa plata, en vez de que se vaya, se queda acá. Histórico", sostuvo Morales, que también apuntó otras medidas de ayuda a productores agrícolas y de empleo para los sectores pobres como los de la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, o el Plan 3000 de la ciudad de Santa Cruz.

Morales no habló de cuál será la situación salarial del sector privado, pero tradicionalmente éste negocia los incrementos con la referencia fijada en el sector estatal y la inflación anual.

El mandatario usó la mayor parte de su discurso para defender el aumento de los precios de los carburantes y ratificar que, si bien fue una decisión "dura" para las familias de su país, fue necesaria para proteger la economía nacional.

"Es difícil para mí, para el gobierno nacional. Pero con esta medida no estoy cuidando mi imagen, estoy cuidando la economía nacional", sostuvo el mandatario.

Explicó que este año el Estado gastó 660 millones de dólares en importar la gasolina y diesel, de los que 380 millones representaban la subvención. De esa suma, unos 150 millones se perdían por el contrabando de carburantes a Perú, Brasil y Argentina.

Enfatizó que para el 2011 la importación hubiera sumado mil millones de dólares, de los que 600 millones de dólares podían haber sido subvencionados por el Estado, y cuya mitad podría haber sido desviada al contrabando.

El anuncio del incremento a los salarios se produjo al final de una jornada con distintas protestas sociales realizadas por juntas vecinales en El Alto y por sindicatos mineros en Oruro y Potosí.

Las protestas exigen la anulación del "gasolinazo" que provocó una escalada inflacionaria en las tarifas del transporte y de los alimentos, que también han comenzado a escasear en los mercados.

El mandatario también ratificó que no habrá un "corralito" sobre los ahorros como temía la población que formó largas filas ante las entidades financieras para retirar sus depósitos, tras rumores extendidos durante el día.

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