Grupos de radicales encapuchados se han enfrentado este lunes con piedras y palos contra las fuerzas antidisturbios en el centro de Atenas durante una manifestación para recordar el segundo aniversario del asesinato de un adolescente a manos de un policía. Los incidentes fueron provocados por unas 400 personas que se sumaron a la marcha convocada por asociaciones estudiantiles.

Los manifestantes violentos destruyeron las vitrinas de dos sucursales de bancos, escaparates de tiendas y una parada de autobuses y prendieron fuego a contenedores de basura, según informó la policía. Los radicales fueron dispersados por la Policía con bombas de sonido y en enfrentamientos cuerpo a cuerpo frente al Parlamento, punto final de la marcha. La Policía no ha informado de momento sobre heridos o detenidos.

Más de 5.000 agentes de la Policía se encuentran en estado de máxima alerta en diversos puntos del centro de Atenas para asegurar el orden, en previsión de incidentes durante las más de 20 manifestaciones convocadas por asociaciones estudiantiles, de docentes, trabajadores y partidos políticos. El centro de Atenas permanecerá cerrado a los todos los vehículos en un radio de 5 kilómetros hasta las 06.00 hora peninsular español de este martes.

"Asumimos medidas y acordonamos el centro para que los ciudadanos puedan participar en los actos de conmemoración de la muerte del menor de forma segura", aseguró a los medios el portavoz de la Policía griega, Panagiotis Kokalakis. Varios grupos de alumnos acompañados por sus profesores han cerrado el acceso a las comisarias en diversos barrios de la capital, en un gesto simbólico contra la violencia policial.

Los ministerios, las oficinas públicas, los colegios y guarderías públicas y los hospitales dejaron de funcionar a las 12.00 h, en un paro de tres horas para sumarse a los actos convocados por los sindicatos. Ese suceso desató una violenta ola de protestas juveniles en toda Grecia, que se propagó a otros países europeos. Hace dos meses, un tribunal condenó al policía Epaminontas Korkoneas a cadena perpetua por "el asesinato intencionado" de Grigorópulos y a diez años de cárcel a su colega Vasilis Saraliotis.