Acabaron en prisión por asesinar o por colaborar en comandos que mataron. Pero además de quitar vidas, también han decidido crearlas entre los muros de la cárcel. Tres parejas de etarras cumplen actualmente prisión en el mismo centro con los hijos que concibieron entre barrotes. Otras dos parejas más han sido autorizadas para realizar tratamientos de fecundación. Y es que en ETA, aparte de las pistolas y las bombas, también hay sitio para el amor.
La pareja más mediática es la formada por Javier García Gaztelu,
Txapote, e Irantzu Gallastegui Sodupe,
Amaia, los asesinos de
Miguel Ángel Blanco, del socialista
Fernando Múgica y del periodista
José Luis López de la Calle. El juez autorizó su
reagrupamiento familiar en Teixeiro (A Coruña) para que cuidaran juntos de su segundo hijo, que concibieron en la cárcel. Ahora están los dos en
Acebuche (Almería), pero
su hijo, de 4 años, ya no está con ellos (la ley sólo permite que esté en prisión hasta los 3). Vive desde hace poco con los abuelos. Amaia era muy celosa de su vástago, y en los
tres años que el pequeño ha estado con ella
sólo ha aprendido euskera, según aseguran a
20 minutos fuentes penitenciarias. Las otras dos parejas sí conviven con sus hijos en prisión, ambas en
Picassent (Valencia). Se trata de
Igor Solana y Eider Perez (en la imagen), y de
Mikel Azurmendi y Maite Pedrosa. La primera asesinó al ex fiscal
Luis Portero y la segunda al
matrimonio Jiménez Becerril, que dejaron tres huérfanos. Las dos parejas concibieron en la cárcel y ahora residen juntos en Picassent, donde hay
módulo de madres.
Intentan tener hijos
Otras dos parejas de etarras presos también quieren ser padres. O al menos lo intentan con poca suerte. Elena Beloki está presa en Alicante y su pareja Juan María Olano, ex dirigente de Gestoras, en Segovia. La Audiencia Nacional permitió a Beloki salir bajo fianza para someterse a un tratamiento de fertilidad, pagado por Sanidad. No hubo suerte. Llevan así dos años.
Quienes lo intentaron el mes pasado fueron los etarras
Fernando García Jodrá y Nerea Bengoa Ziarsolo (en la imagen), que asesinaron al socialista
Ernest Lluch y quisieron matar al periodista
Luis del Olmo. Han pedido ser reagrupados en la
cárcel de Córdoba, pero el juez sólo ha autorizado que se hayan visto en el hospital en las pruebas del tratamiento. Tampoco han tenido suerte.
A quien no le ha hecho falta tener un hijo para estar con su pareja es a Idoia López Riaño, La Trigresa (23 asesinatos a sus espaldas). Su novio, José Arizmendi Oyarzabal, están con ella en Nanclares de Oca porque los dos han firmado el documento de renuncia a la violencia. Privilegios por decir no a ETA.
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