"Del botellón al botellín", así calificó este lunes el coordinador de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Javier Conde, la nueva forma de beber alcohol en la calle de los jóvenes. Ahora ya no se producen las grandes aglomeraciones de años anteriores, sino que se trata de pequeños grupos repartidos por toda la ciudad. No es el único cambio, ya que agentes de la Policía Local han observado que la edad media de las personas que hacen botellón es cada vez más alta.

Y es que esta particular forma de ocio nocturno está muy lejos de haber llegado a su fin en la capital ocho años después de que se aprobara la Ley Antibotellón. En lo que va de año, la Policía Municipal ha interpuesto 22.580 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública. Bastantes menos que el mismo periodo del año anterior: 46.438. Esta reducción se debe, precisamente, al botellín, que obliga a la Policía Local a hacer más actuaciones y menos denuncias, según Conde.

Sin embargo, para el portavoz de CC OO en la Policía Local del Consistorio madrileño, Federico Solvez, la principal razón por la que aún se sigue bebiendo alcohol en la calle está en que el 90% de las multas por botellón nunca se llegan a cobrar. Y es que el Gobierno regional, la administración encargada de expedir y ejecutar estas denuncias, sólo cursa unos 7.000 expedientes de los más de 45.000 que llegan cada año, tal y como informó 20 minutos el pasado febrero. "La gente ya sabe que no tiene que pagar aunque le pongan la sanción, y actúan con total impunidad", explica.

Además, varios agentes de la Policía Local consultados por este periódico han confirmado que la edad media de la gente que hace estos botellines es cada vez mayor. Debido seguramente a la crisis, los treintañeros beben sus copas en los parkings y plazas cercanos a las grandes discotecas antes de entrar y, una vez dentro, sólo consumen una copa.

Vender alcohol en la calle

Para el portavoz de IU en el Consistorio, Ángel Lara, "los ciudadanos perciben que el botellón aún está ahí y que se bebe en cualquier sitio, a cualquier hora y cualquier día con total y absoluta impunidad" y pone un ejemplo confirmado por los propios dueños de los locales de ocio nocturno: "Los chinos son habituales proveedores de bebidas, tienen montados sus tenderetes en la calle y se desplazan por las zonas de botellón para suministrar la materia prima".

Otros datos que confirman además esta nueva forma de consumo de alcohol son los procedentes de los negocios que se dedican al ocio nocturno madrileño. Las ventas del sector han caído un 22% desde 2007, debido, aparte del botellón, a la recesión económica y a la Ley Antitabaco, según datos de la asociación de empresarios Madrid Noche. Además, las denuncias impuestas a establecimientos que no tenían licencia para vender alcohol disminuyeron un 42% en un año.

Y ahora, la Ley Antitabaco

La futura Ley Antitabaco que prepara el Gobierno central, que prohibirá el consumo de tabaco en establecimientos hosteleros, preocupa, y mucho, a los empresarios del sector, que creen que la medida empujaría a la gente a ir a fumar a la calle, provocando más molestias en la vía pública. La asociación de empresarios del ocio nocturno en la región, Madrid Noche, prevé el cierre de 400 locales como consecuencia de la ley. El colectivo de hosteleros Madrid la Viña también se ha manifestado en contra de la normativa.

(Gráfico: Henar de Pedro).