El titular del juzgado número 1 de Arganda del Rey ya ha imputado a dos de los funcionarios (uno de ellos una mujer) de la prisión de Estremera investigados por agredir a una reclusa a finales de septiembre del año pasado, tal y como publicó 20 minutos el viernes. Un portavoz de Instituciones Penitenciarias así lo ha reconocido a este diario.

Además, indica que sólo han sido cinco los funcionarios citados ante el juez por este hecho, y no siete. Una cifra que desmiente la abogada de la reclusa, Beatriz Monasterio, que cifra en esos siete los funcionarios investigados a la espera de que el fiscal dictamine una acusación formal.

Todos ellos, según Prisiones, siguen en su puesto, ya que no se les ha abierto ningún expediente ni información reservada porque el juez de vigilancia penitenciaria –órgano interno de Prisiones– que en un principio investigó lo sucedido declaró "ajustada a derecho" la actuación de los funcionarios, que sólo inmovilizaron a esa interna porque había agredido a otra reclusa.

Prisiones también asegura que otro juzgado de Arganda, el 6, desestimó el caso. No fue exactamente así. El 6 se inhibió del caso en favor del número 1 ya que a los dos juzgados de Arganda les había llegado la misma denuncia (una por parte de los familiares de la interna y otra por parte de su abogada). Como no puede haber la misma causa en dos tribunales, fue finalmente el 1 el que se llevó el caso.

"Lo sucedido tampoco habla muy bien de la investigación interna que llevó a cabo el juez de vigilancia penitenciaria, cuando como dice Prisiones ahora otro juez ha imputado a los funcionarios", señala la abogada.

La supuesta visita del médico

Prisiones asegura que un médico examinó a la interna, Rosa, de 36 años, el mismo día que supuestamente recibió la paliza y no apreció lesiones en ella. También hubo controles médicos durante los 11 días que Rosa estuvo en huelga de hambre. La abogada señala que sólo existe un parte médico del día de la paliza y que está manipulado, ya que ella misma vio a su clienta por primera vez muchos días después de lo sucedido y todavía tenía bastantes secuelas de la paliza, como cicatrices en ojos y ceja, moratones en las piernas y falta de movilidad en el brazo derecho.

Según la denuncia de Rosa, ésta fue agredida durante 30 minutos por varios funcionarios que le había atado las manos a una silla.

Luego la dejaron incomunicada varios días con la luz encendida las 24 horas del día, en una celda de aislamiento sólo "con un camastro sin mantas".

Trabajo a cambio de sexo

Un funcionario del Centro Penitenciario Madrid-I de Alcalá de Henares será juzgado el mes que viene en la Audiencia Provincial de Madrid acusado de abusar sexualmente de una reclusa, a la que a cambio ofreció un puesto de trabajo remunerado en el economato de dicho centro. José María L.C., funcionario del Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias, y que desempeñaba el cargo de jefe de mantenimiento en el momento de los hechos, acaecidos entre junio y julio de 2006, se enfrenta a nueve años y seis meses de prisión, de acuerdo con la petición del fiscal.