Duro enfrentamiento entre Barroso y Sarkozy por la polémica de los gitanos

  • El presidente francés se puso muy agresivo, según los testigos.
  • La "bronca" se produjo durante la cumbre de líderes europeos.
  • Francia ha expulsado a cientos de inmigrantes rumanos.
  • Dice que continuará desmantelando "todos los campamentos ilegales".
  • Rodríguez Zapatero no ha querido tomar parte en la polémica.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy.
EP
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy.

Los gobernantes de los países de la UE prometieron este jueves ocuparse pronto del problema de la integración de los gitanos tras un agrio enfrentamiento interno que eclipsó la agenda de una cumbre con la que querían presentarse más unidos ante el mundo.

"Hubo una disputa, por no decir una bronca". Así definió el primer ministro búlgaro, Boyko Borissov, el duro enfrentamiento entre el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, durante la cumbre de líderes europeos, sobre las expulsiones de inmigrantes gitanos rumanos de Francia.

La tensión entre Bruselas y París se elevó después de que la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Justicia, Viviane Reding, comparara la actitud del Gobierno francés con la Alemania nazi al anunciar su intención de expedientar a Francia por discriminación.

La discusión de este jueves, que se abordó de manera informal durante el encuentro, fue "muy difícil" y hubo un "gran desacuerdo", aseguró Borissov. De hecho, Sarkozy se puso muy agresivo con Barroso,  que respondió de un modo más moderado, según varios testigos.

Barroso, por su parte, no quiso calificar el tono de la discusión. "Me he limitado a reiterar la posición que expresé la víspera, muy claramente, en nombre de toda la Comisión Europea", dijo. Es decir, "que la Comisión cumple su papel como guardiana del Tratado; que cualquier forma de discriminación en Europa contra las minorías étnicas es inaceptable; y que el respeto de la dignidad humana es un valor sagrado para la Unión Europea".

"Es cierto que en la pasión del debate hemos oído comentarios exagerados", reconoció Barroso en alusión a las declaraciones de Reding. "La vicepresidenta de la Comisión lo reconoció ayer (que sus palabras fueron exageradas) y otros deberían pensar en hacer lo mismo", aconsejó.

Por su parte, el presidente galo desmintió haber mantenido un enfrentamiento verbal con Barroso. "Si alguien ha mantenido la calma ese he sido yo", dijo Sarkozy a los periodistas.

Asimismo, anunció que Francia continuará desmantelando "todos los campamentos ilegales" del país. En una rueda de prensa al término del Consejo Europeo celebrado en Bruselas, Sarkozy aseguró que todos los líderes comunitarios han rechazado los términos usados por Reding y han censurado la comparación que realizó.

Insistió en que rechaza "la instalación a las puertas de nuestras ciudades" de este tipo de asentamientos "degradantes tanto para quienes viven en ellos como para los vecinos". En su opinión, los campamentos "no son dignos ni de la República ni del ideal europeo". Además, recalcó que sólo una minoría de los afectados por los desmantelamientos son gitanos procedentes de otros países europeos.

"No nos hablamos así entre socios europeos", subrayó Sarkozy sobre las declaraciones de la comisaria, que calificó de "inaceptables" y "muy hirientes". "La comparación con la segunda Guerra Mundial es una humillación, es un ultraje", declaró, antes de añadir: "Entiendo la actitud de Barroso, pero no permitiré que se insulte a mi país".

ZP echa un capote a Sarkozy

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, no quiso tomar partido y dar su opinión sobre la discusión entre los mandatarios. "Sarkozy ha explicado la situación en la que estaban las personas expulsadas.  No todas eran gitanos. Tampoco todas las personas pertenecientes a esa etnia tienen el mismo comportamiento. Ha habido un debate sobre la posición de la comisión y el respeto de las instituciones hacia los Estados", aseguró.

No obstante, estimó que los asentamientos irregulares son "una mala práctica" y pidió no prejuzgar las expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros realizadas por Francia hasta que la Comisión Europea investigue. "Dejemos que la Comisión trabaje y que Francia ponga encima de la mesa los argumentos que tiene, que los tiene", recalcó.

Además, tachó de "inconvenientes", "inapropiadas" y "fuera de lugar" las declaraciones de Reding y, tras recordar que no se trata del primer exceso verbal de la comisaria y rememorar sin citarlo sus críticas a la reciente presidencia española de la UE cuando ésta promovía la orden de protección para las mujeres maltratadas, Zapatero mostró su confianza en que "no vuelva a suceder" y "se contenga en el futuro".

El líder del PP, Mariano Rajoy, durante su visita a Melilla aseguró que respeta las expulsiones de Francia y afirmó: "Estoy absolutamente convencido de que el Gobierno francés hizo esto, como no podía ser de otra manera, dentro de la ley".

Hace unos días, Barroso respaldó a su comisaria pero dejó claro que no había sido su intención establecer un paralelismo entre las expulsiones de Francia y los acontecimientos de la segunda Guerra Mundial. La propia Reding se disculpó por el malentendido que habían generado sus palabras. No obstante, antes de la disculpa, Sarkozy había sugerido a la vicepresidenta de la Comisión acoger en su Luxemburgo natal a los gitanos expulsados.

Puntos de consenso

Según el resumen ofrecido al final del encuentro por el presidente permanente, Herman Van Rompuy, los Veintisiete reconocen, como defendía el Gobierno francés, que "un Estado miembro tiene el derecho de tomar medidas para hacer respetar el estado de derecho en su territorio".

Pero al mismo tiempo, como insistía Barroso, recuerdan que "la Comisión tiene el derecho, e incluso el deber, de velar por el respeto del derecho comunitario por los estados miembros". Además, los gobernantes subrayan que "la regla esencial en las relaciones entre los Estados y la Comisión es el respeto mutuo".

Y recuerdan que "la prohibición de toda forma de discriminación sobre la base de la nacionalidad o la etnia constituye un elemento fundador de la Unión Europea". Los europeos avanzaron, sin embargo, en la reflexión sobre cómo coordinarse en política exterior y cómo definir y defender mejor sus intereses ante el mundo.

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