Liberados sindicales: ¿quiénes son, cuántos hay y a qué se dedican?

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, anunció su deseo de reducir el número de liberados sindicales, una medida que apoyó el líder de su partido, Mariano Rajoy, que considera "razonable" la propuesta. Los sindicatos, por su parte, dudan que la presidenta tenga competencias para acometer la reforma.

Los delegados sindicales de una empresa pueden ceder parte de las horas de las que disponen para las gestiones sindicales a una persona del mismo sindicato que trabaje en la misma empresa. Si el número de horas cedidas cubre en su totalidad la jornada laboral del trabajador que las recibe éste queda exento de acudir a su puesto y dedica su jornada laboral al completo a las ya citadas gestiones sindicales.

Aunque los datos son públicos, el número exacto no se conoce. Los sindicatos aseguran que es muy difícil contabilizarlos, porque dependen de los comités de empresa. Además, cada administración (estatal, autonómica y municipal) se encarga de contabilizar sus liberados sindicales, de modo que si no se informan entre ellas no se puede averiguar el número exacto.

El Secretario General de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), José María Lacasa, cree que hace falta "un poco más de transparencia en la función pública" y calcula que hay unos 42.000 delegados sindicales, aunque no tiene la cifra exacta de liberados. El Gobierno habría reconocido sólo 499 liberados entre 321.168 funcionarios, según publica el diario El Mundo.

Según los datos de la propia CEOE, en el sector privado hay alrededor de 290.000 representantes de los trabajadores, lo que supone una inversión anual de unos 60 millones de horas de trabajo, si bien "hay algunos convenios sectoriales o de empresa que mejoran esas horas". Los cálculos de la confederación cifran en 4.200 el número de liberados sindicales en el sector privado.

Esperanza Aguirre prevé recortar de 3.500 a 1.490 el número de liberados sindicales en su administración y Cobo asegura que hay un liberado por cada cien empleados.

Dedican su jornada laboral resolver los problemas de los trabajadores en su empresa y se encargan también de negociar los convenios con la compañía, así como de resolver los posibles conflictos que surjan.

La empresa en la que están contratados (en el caso de los empleados públicos es la Administración quien les paga). Cobran el sueldo íntegro y no pierden su plaza.

Está ligado a las elecciones sindicales, según la representatividad. No existe un tiempo máximo durante el cual se puede ser liberado sindical. Mientras haya acuerdo entre los delegados sindicales y le sigan cediendo sus horas, el liberado puede seguir siéndolo.

Como decíamos, la figura no existe en todas las empresas, ya que su existencia depende de las elecciones sindicales y del número de representantes de cada una de ellas. No hay requisitos laborales para serlo, pero sí condiciones de la compañía; es decir, en función de las características de las empresas y del número de personas que la componen puede darse o no la figura.

Los representantes sindicales se eligen cada cuatro años y, según el Estatuto de los Trabajadores (artículo 62 y 66), su número depende del tamaño de la empresa:

El número de horas para las labores sindicales también lo determinan estos artículos:

Además de este número de representantes, "la negociación colectiva puede, en algunos casos, mejorar esas horas", algo que también sucede en la función pública, según confirma CEOE.

En principio son los propios sindicatos y los trabajadores de la empresa quienes se deben ocupar de que los liberados sindicales acometan las labores que le corresponden.

Los derechos presentes en el Estatuto de los Trabajadores y en la Ley Orgánica de Libertad Sindical son intocables, es decir, aunque las empresas redujeran mediante despidos el número de empleados, la cifra de liberados sindicales no cambiaría.

No obstante, la "negociación colectiva" que citábamos anteriormente y que mejora el número de horas sí se puede revisar, fundamentalmente en el sector público, ya que está amparado por el artículo 38 del Estatuto Básico del Empleo Público.

Según el punto diez de este estatuto, las condiciones pueden variar "excepcionalmente y por causa grave de interés público derivada de una alteración sustancial de las circunstancias económicas" o, lo que es lo mismo, en una situación de crisis como la que actualmente atraviesa la economía española.

Es a este punto último al que se aferra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, para reducir el número de liberados en Madrid.