Un ex miembro de 'House' denuncia los desmanes de sexo y droga en los rodajes

  • Un ex miembro del equipo denuncia que en el set de la serie se practica sexo, se consumen drogas y circulan armas.
  • Carl Jones ha interpuesto una demanda millonaria contra la productora por la depresión y los daños físicos sufridos.
El actor Hugh Laurie, como el doctor Gregory House.
El actor Hugh Laurie, como el doctor Gregory House.
El actor Hugh Laurie, como el doctor Gregory House.

El doctor más famoso de la televisión no sólo está rodeado de enfermedades extrañas, enfermeras y camillas: alrededor de  House también corrían el sexo, las pistolas y las drogas. ¿Hablamos de un capítulo de 'CSI'? No, más bien del rodaje cotidiano en el backstage de 'House', según confiesa ahora un antiguo miembro del equipo que parece bastante resentido.

Los productores de la exitosa ficción médica deben estar todavía buscando analgésicos para aliviar su dolor de cabeza. ¿Cuál? El provocado ayer cuando se encontraron con una demanda de Carl Jones, un ex asistente de producción que asegura que en marzo fue despedido por no estar de acuerdo con la conducta "degenerada" de sus superiores.

En la denuncia, presentada ante el Tribunal Supremo de Los Ángeles y que publica la web TMZ.com, Jones afirma que recibió muchas presiones de dos de sus supervisores por negarse a participar en algunas de las actividades paralelas a la producción. Más allá de cámaras y luces estaba la verdadera acción: visitas a bares de strippers, borracheras infernales, montañas de cocaína y, de postre, sexo en los remolques del set.

En este divertido ambiente de trabajo, según Jones, no faltaban los insultos –maricones, putas, retrasados, idiotas…–, dirigidos a él y a otros compañeros.

El truculento relato del ex asistente continúa con la violencia armada. Varias veces uno de sus jefes llevó una pistola al plató y como no le era suficiente, una vez, estando borracho, se metió en la piel de un lanzador de cuchillos como pasatiempo improvisado.

Jones afirma que intentó denunciar la supuesta mala conducta, pero sus gritos de ayuda fueron ignorados por uno de los productores ejecutivos de la serie. De hecho, cree que por hablar demasiado terminó en la lista negra, motivo por el cual decidieron prescindir de sus servicios.

Ahora, Jones exige a Universal Studios, la productora, una indemnización de un millón de dólares por depresión y daños físicos.

Por su parte, desde Universal no han hecho ningún comentario.

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