En respuesta a una pregunta parlamentaria, la Xunta indicó que este producto se encuentra en muchas redes de alerta por riesgos químicos, físicos y macrobiológicos, por lo que la Dirección Xeral de Saúde Pública e Planificación adoptará una serie de medidas para el año 2010.

Asimismo, la Administración autonómica gestionará las alertas que se produzcan como consecuencia de la detección de problemas de seguridad alimentaria en las importaciones de este producto y en el caso de que haya una continua falla de los controles en origen, solicitarán al Gobierno central que tramite en la Comisión Europea la suspensión del comercio de dicho producto.

Además, el Gobierno gallego recordó que como producto procedente del extranjero, la responsabilidad de entrada en el mercado interior es de las autoridades centrales de los estados miembros de la Unión Europea.