Otegi se niega a condenar la violencia de ETA y asegura estar en huelga de hambre

El ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, que está siendo juzgado este miércoles en la Audiencia Nacional junto a otras cuatro personas por un delito de enaltecimiento del terrorismo y que según su abogada está en huelga de hambre desde el pasado lunes, ha evitado durante la vista expresar una condena de la violencia.

"¿Usted condena rotundamente la violencia?", le ha preguntado al término de su interrogatorio la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, a lo que él ha respondido: "no voy a contestar". "Ya lo sabía", ha añadido Murillo antes de dar paso a la declaración de otro de los acusados junto a Otegi de participar el 9 de julio de 2005 en Amorebieta (Vizcaya) en un homenaje al preso de ETA José María Sagarduy, en el que el ex dirigente de Batasuna comparó a éste con el Premio Nobel de la Paz Nelson Mandela.

Antes de que comenzara el interrogatorio, en el que Otegi sólo ha contestado a las preguntas de su abogada, Jone Goirizelaia, ésta ha anunciado que su cliente está en huelga de hambre, con lo que secundaría la campaña de protestas anunciada por el colectivo de presos de ETA (EPPK) a principios de este mes. No obstante, Instituciones Penitenciarias ha rehusado confirmar esta circunstancia. En un momento del juicio, Goiricelaia pidió permiso a la presidenta del tribunal para que su cliente bebiera agua "dado que se encuentra en huelga de hambre". La magistrada accedió a la petición de la letrada con un expresivo: "Por mí, como si quiere tomar vino".

Una situación "cruel, absolutamente injusta y sin parangón"

"He militado y seguiré militando en la izquierda abertzale hasta que me queden fuerzas y vida", ha subrayado Otegi tras avanzar que hace suyas "las conclusiones Alsasua", en las que se abogaba por un nuevo proceso negociador entre el Gobierno y ETA, y el debate "que se va a poner en público en las próximas semanas". Otegi ha dicho que acudió al homenaje a Sagarduy invitado por la familia de éste y como portavoz de la izquierda abertzale, y ha recordado que entonces formaba parte de la Comisión de Derechos del Parlamento vasco, que había aprobado resoluciones en favor de un proceso de diálogo para el "conflicto vasco".

El acusado ha añadido que pretendía denunciar una situación "cruel, absolutamente injusta y sin parangón en Europa", como es el hecho de que una persona permanezca casi 30 años encarcelada, lo que a su juicio sólo se entiende "desde la más absoluta venganza". Además ha asegurado que no tuvo nada que ver con la organización del acto y que acudió para denunciar la vulneración de los derechos humanos de los presos políticos, exigir su participación activa en la resolución del "conflicto vasco" y la excarcelación de los reclusos con enfermedades incurables.

En este sentido, Otegi ha calificado de "lógica natural" el paralelismo que realizó entre la situación de Sagarduy y Mandela y la resolución "pacífica" de los conflictos en Suráfrica, Irlanda o Escocia, y ha recalcado que los presos deben ser "interlocutores necesarios". "Lejos de hacer apología o enaltecimiento de soluciones violentas al conflicto que afecta a nuestro país, la izquierda abertzale, entonces y ahora, hace una apelación a una solución pacífica y democrática", que debe conllevar la liberación de los presos, ha afirmado. Antes de concluir, Otegi ha insistido en que no tiene dudas de que "tarde o temprano el pueblo vasco creará un Estado desde la izquierda".

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