Los soldados llegan a Haití, mientras los supervivientes intentan salir del país

Un ciudadano haitiano, carga con una maleta por Puerto Prínicipe.
Un ciudadano haitiano, carga con una maleta por Puerto Prínicipe.
REUTERS
Un ciudadano haitiano, carga con una maleta por Puerto Prínicipe.

Ya ha pasado una semana del devastador terremoto de Haití y mientras la ayuda humanitaria no deja de llegar en las panzas de los aviones y prosigue el despliegue de miles de marines estadounidenses por las caóticas y destruidas arterias de Puerto Príncipe, los haitianos buscan urgentemente una forma de salir del país.

La cola frente a la embajada de EE UU superaba desde el lunes las 5.000 personas, según testimonio de los periodistas trasladados hasta la capital haitiana. Bajo un sol ardiente, todos ellos esperan un visado que les permita reunirse con familiares y amigos y dejar atrás una ciudad envuelta todavía en el caos del pillaje ante la descoordinación en las labores de distribución de alimentos.

En la frontera con República Dominicana las aglomeraciones son constantes. Organizaciones dominicanas han expresado su alarma y preocupación por la "masiva" entrada al país de haitianos indocumentados que se registra desde el jueves pasado. Los haitianos son vistos entrando en masa a todas horas del día. "Nunca había visto un tráfico de haitianos tan masivo, de no ponerse freno a esta situación, Haití se va a quedar sin gente", dicen los dominicanos.

Hay suficiente comida, falla su distribución

En el aeropuerto de Puerto Príncipe, los directores de los programas alimentarios coinciden en que ahora mismo hay "suficiente comida" y en que el problema es "su recepción y almacenamiento", dijo el coordinador nacional alimentario nombrado tras el terremoto, Michel Chancy.

El ex presidente de EE UU y enviado especial de la ONU, Bill Clinton, dijo también a su llegada este lunes a Puerto Príncipe en que "el principal problema es el sistema de distribución, debido a la destrucción de las infraestructuras".

Los saqueos y las turbas dejan una estampa de caos y violencia en los accesos a las zonas más dañadas por el seísmo. Para garantizar la seguridad Washington ha aumentado ya hasta 12.000 los soldados desplegados en el país. Sin embargo, este masivo envío de tropas y la organización del aeropuerto por parte de las Fuerzas Aéreas estadounidenses suscitan críticas de otros miembros de la comunidad internacional implicados en la asistencia al país caribeño.

Desde Latinoamérica, los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Nicaragua, Daniel Ortega, han afirmado que EEUU está aprovechando la tragedia para "ocupar" Haití militarmente.

Viva tras seis días sepultada por escombros

La sociedad civil internacional, más movilizada que nunca en la lucha por la recuperación del pueblo haitiano, lanza sus dardos más críticos contra la descoordinación institucional aparente entre la UE, la ONU y EE UU, mientras se vuelca enconómicamente en la financiación con 'microdonativos' a las ONG de ayuda humanitaria, que en unos días han reunido cientos de millones de euros a nivel global, mayoritariamente a través de las nuevas tecnologías, los SMS o Internet.

Los hospitales de campaña siguen desbordados. Médicos españoles desplazados hasta Haití han reconocido que la falta de medicamentos ha hecho incrementar necesariamente las amputaciones. En un sólo día, el hospital de campaña español realizó 40 amputaciones y puso 400 escayolas. Los doctores aseguran que están practicando una auténtica medicina 'de guerra'.

Los escombros de los edificios destruidos esconden aún muchos cadáveres, aunque también dan cuenta de la enorme fortaleza de un pueblo acostumbrado a vivir en pésimas condiciones. No obstante, este lunes, se volvieron a producir milagros de la vida. Los médicos del SAMUR madrileño están curando a Carla, una niña de dos años que aguantó seis días sepultada bajo los escombros de su casa. Su madre la localizó por sus lloros, unos bomberos belgas la liberaron y la llevaron al hospital español.

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