La banda terrorista ETA ingresa de media 7,5 millones al año desde 2003

  • Un informe de la Cátedra del Terrorismo de la Universidad Complutense explica de dónde saca el dinero ETA para actuar.
  • Sus actos suponen un coste de 680 millones de euros anuales.
Tras pasar cinco años en prisión, la etarra Amaia Urízar de Paz, novia de Txeroki, ya está en su casa de Bilbao (segunda por la derecha). De 27 años, Amaia fue recibida hace unas semanas de esta guisa, con txapela y ramo de rosas, en su barrio bilbaíno. En la foto aparece junto a otros ex presos de ETA.
Tras pasar cinco años en prisión, la etarra Amaia Urízar de Paz, novia de Txeroki, ya está en su casa de Bilbao (segunda por la derecha). De 27 años, Amaia fue recibida hace unas semanas de esta guisa, con txapela y ramo de rosas, en su barrio bilbaíno. En la foto aparece junto a otros ex presos de ETA.
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Tras pasar cinco años en prisión, la etarra Amaia Urízar de Paz, novia de Txeroki, ya está en su casa de Bilbao (segunda por la derecha). De 27 años, Amaia fue recibida hace unas semanas de esta guisa, con txapela y ramo de rosas, en su barrio bilbaíno. En la foto aparece junto a otros ex presos de ETA.

¿De dónde saca ETA el dinero necesario para llevar a cabo su actividad criminal? "La economía depredadora de la banda terrorista se basa en tres elementos principales: la extorsión, la captación de ayudas públicas y los negocios de apariencia legal".

Es la respuesta que da un pionero estudio de la Cátedra de Economía del Terrorismo de la Complutense, dirigido por Mikel Buesa. El informe analiza dos periodos: el A (1993-2002), la década anterior a la ilegalización de Batasuna; y el B (2003-2008). En él se detalla, euro a euro, de dónde sale el dinero que luego ETA mancha con sangre.

El periodo A fue muy fructífero. En esa década, ETA y todo su entramado obtenían una media anual de 28,1 millones de euros. La mayor parte de ese dinero, 16 millones, procedía de arcas públicas, mediante las subvenciones que recibió Batasuna, las ayudas a los familiares de los presos de ETA o a las subvenciones europeas que percibió Udalbiltza Kursaal, la asamblea de municipios vascos que dirigía EH, predecesora de Batasuna.

En segundo lugar está la extorsión a empresarios, que en ese periodo supuso para la banda un botín de 3,7 millones cada año. Y en tercer lugar están los negocios de ETA, empresas tapaderas dedicadas a hostelería, turismo, firmas de importación y exportación..., y sobre todo, las herriko tabernas. Este apartado les ha supuesto otros 3,8 millones de euros anuales.

Crisis de ETA

La verdadera crisis de ETA ha llegado en el periodo B, desde el año 2003. La presión policial y judicial ha mermado sensiblemente las arcas etarras. Las subvenciones públicas se han reducido a 970.000 euros anuales y la extorsión sólo ha conseguido una media de 1,9 millones anuales.

Las empresas legales se han mantenido estables, con un rendimiento anual de 3,2 millones. Sólo las huchas de donativos de las herriko tabernas generan una media de 738.000 euros al año. Sumando todo, la banda terrorista ha obtenido en este último periodo unos ingresos medios de 7,5 millones. Además, en los dos periodos, ETA ha obtenido otros 518.000 euros anuales en robos.

Costes personales y de seguridad

El informe tiene una segunda parte que analiza los costes directos que ocasiona el terrorismo. Aquí también se analizan los dos periodos y en cada uno se estudian cuatro apartados: los daños personales (indemnizaciones a muertos, heridos y otros seguros), las pensiones extraordinarias a las víctimas; los daños materiales; y los costes de seguridad. En total, 697 millones de euros anuales en el periodo A y 680 millones cada año en el periodo B, es decir, desde el año 2003. Los daños personales han supuesto una media de 9,4 millones anuales.

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