La parturienta nos cuenta esto aún postrada en la cama, muy afectada (era su primer hijo) y casi sin fuerzas. Estuvo 22 horas de parto, clamando por una cesárea, y casi acabó perdiendo el sentido por la sangre derramada. Ahora, tanto ella como su marido, y padre de la criatura, Pedro Rubio (36 años), van a denunciar al centro sanitario por negligencia médica.

"Ya desde el principio, y hasta tres veces, la matrona nos dijo que lo más probable era que nos tuvieran que hacer una cesárea, porque soy muy estrecha", explica María José. Pero la niña no salía. Tuve que ponerme a cuatro patas porque nacía boca arriba y tenían que cambiarla la posición. En ese momento pedí que me hicieran una cesárea, pero me contestaron que no. ¡El parto duró 22 horas y se negaron a hacerme una cesárea!", exclama.

"Como un sacacorchos"

Pese a la petición de María José, la doctora que llevaba la operación decidió que lo mejor era que el alumbramiento fuera vaginal. Pero Daniela seguía sin salir, y tuvieron que acabar recurriendo a los fórceps: "Yo en ese momento sentí un empujón tremendo. Habían sacado a mi hija como si fuera un sacacorchos", sigue narrando María.

Daniela no lloró cuando nació. Tenía hemorragia cerebral. Los padres creen que el empecinamiento del hospital en usar los fórceps se debe a que el alumbramiento por cesárea es más caro. Desde el hospital se niega absolutamente esa teoría.

"Hay que entender que una cesárea es una operación muy arriesgada, y en ese momento el protocolo médico dictaba que el parto tenía que ser natural", comenta el jefe de obstetricia del centro. "El uso de los fórceps es muy seguro, pero hay veces que las cosas salen mal. Es un caso entre muchos", apostilla. Pedro, el padre, no cree que se deba a una casualidad.

"Hace 15 días hubo un caso similar con un bebé con el que usaron fórceps". El parto sucedió el pasado día 2, y el recién nacido aún está ingresado con una lesión en la médula. Los padres no quieren hacer declaraciones hasta el próximo lunes, y no descartan tomar también medidas legales. Por otro lado, ayer se movilizaron en España miles de enfermeras convocadas por el sindicato Satse bajo el lema Enfermería. Por nuestra profesión.

Bryan y Rayan, una muerte idéntica

Bryan nació de forma prematura con 32 semanas de gestación y 875 gramos. Su historia es una reproducción casi análoga a la de Rayan , aunque con dos diferencias insustanciales: la muerte de Bryan ocurrió hace nueve años en Tenerife y su biografía no gozó de trascendencia mediática.

Chaxiraxi Alonso dio a luz en diciembre del año 2000. Un enfermero introdujo al bebé 20 mililitros de leche por vena, en vez de por la sonda nasogástrica, y sus constantes vitales se colapsaron el 21 de diciembre. El ATS fue condenado a 3 años de inhabilitación y un año de cárcel. Una pena "ridícula y absurda", denuncia la madre tinerfeña.