Esta temporada tenemos Jesús Vázquez para rato. Telecinco no consigue mejorar sus índices de audiencia y la 'gran esperanza blanca' para recuperar su liderazgo es el presentador gallego, a quien tiene blindado.

Vázquez sigue, de momento, al frente de las galas de Supervivientes (jueves, 21.45 h), labor que compagina con Guerra de sesos (lunes a viernes, a las 16.30 h). En breve se irá a Barcelona para presentar Operación Triunfo (OT) 2009 y pasará el testigo del reality de supervivencia a Christian Gálvez.

No cree que su situación de pluriempleo pueda quemarle. Aún así reconoce estar "agotado, pero feliz".

En Guerra de sesos hace de juez ¿se le puede sobornar?

Se me puede hacer lo que sea. En realidad no soy buen juez, pero estoy aprendiendo a administrar ese poder que nunca había tenido. El público me abuchea y me insulta cariñosamente, así que cuando se pasan mucho cojo el lanzabolas y los acribillo a pelotazos.

¿Pero no hace cosas un poco injustas?

Todas mis decisiones van siempre enfocadas a buscar la opción más divertida.

¿Qué superpoderes tienen los hombres?

Algunos tenemos pero suelen ser un poco escatológicos como por ejemplo hablar eructando... Son difíciles de poner en un programa de sobremesa en horario protegido.

¿Cuál es la habilidad que más admira de una mujer?

Maquillarse y conducir a la vez. Al margen de que sea una ilegalidad, me parece un súperpoder.

¿Por qué le han escogido para presentar este programa?

Querían a alguien gamberro y tengo mucha química con Jorge Salvador desde Hotel Glam. Aquel programa fue muy surrealista, trasgresor, polémico y hasta con un puntito friki. Desde entonces nos quedaba ese gustillo de volver a hacer algo juntos. Además cuando Jorge Salvador y Pablo Motos estaban pariendo el programa directamente pensaron en mí y hasta le pusieron mi nombre.

Además le ha tocado la peor franja de Telecinco...

Aquí estoy con la mejor intención en la trinchera más difícil. Mi padre era de infantería y nosotros sabemos que tenemos que ponernos en primera línea de combate a disparar. Voy a intentar mejorar lo que tenemos hasta el momento y a dejarme la piel para levantar esta franja tan complicada. Paolo Vasile me agradece  la ilusión y el esfuerzo que le estoy poniendo, pero lo que vaya a pasar ya no está en mis manos.

¿Está agotado?

Sí, pero estoy feliz. Lo único es que se ha juntado el arranque de todo.

Esta situación de pluriempleo, ¿puede desgastar su imagen?

Si la desgasta me retiro una temporada, pero eso de quemarse no va conmigo. Cuando el trabajo viene hay que cogerlo porque no sabes cuando va a faltar. Si te quemas un poco, luego te pones a la sombra y descansas.

La crisis le sienta bien

Personalmente estoy pasando un momento bueno, pero soy muy sensible a los problemas de mi empresa. Estaría más contento si el negocio fuera todavía mejor. Estamos pasando una época difícil y yo me he sumado a arrimar el hombro para situar a la empresa en el lugar que le corresponde.

¿Tiene algún truco para mantenerse con tanto trabajo?

Duermo todo lo que puedo y llevo una vida espartana: salgo poco y renuncio a todos los planes de fiestas que me ofrecen. El gimnasio me lo he montado en el garaje de casa porque no tengo ni tiempo.

¿Le da pena dejar Supervivientes?

Muchísima, pero no puedo no hacer Operación Triunfo. He llegado a una solución salomónica, que no es la mejor, pero sí la única que podía aceptar.

BIO. Se hizo famoso con La quinta marcha y con Hablando se entiende la basca. En 2008 se convirtió en embajador de la ONU para los Refugiados.