Guardias civiles y forenses cargan contra el padre de una de las niñas de Alcàsser

  • Nuevas comparecencias en el jucio contra Fernando García.
  • "Me llamó inútil y que había falsificado documentos", dice un agente.
  • "Me ofendió con acusaciones terribles", sostiene un forense.
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Fernando García, durante el juicio, que ha sido suspendido por octava vez consecutiva al no comparecer el criminólogo Juan Ignacio Blanco.
Fernando García, durante el juicio, que ha sido suspendido por octava vez consecutiva al no comparecer el criminólogo Juan Ignacio Blanco.
KAI FÖRSTERLING / EFE
Fernando García, durante el juicio, que ha sido suspendido por octava vez consecutiva al no comparecer el criminólogo Juan Ignacio Blanco.

Los agentes y médicos forenses que se querellaron contra Fernando García, padre de una de las tres adolescentes asesinadas en Alcàsser en 1992, y contra el criminólogo Juan Ignacio Blanco y dos periodistas de la televisión autonómica valenciana, afirmaron hoy sentirse todavía "ofendidos" por sus manifestaciones en el programa 'El juí d'Alcàsser', y matizaron que no ven arrepentido al progenitor.

Aún seguimos dando explicaciones por aquellas acusaciones

Los especialistas realizaron estas afirmaciones en sus comparecencias este miércoles ante el titular del juzgado de lo penal número 2 de Valencia, encargado de este caso, que juzga a García, Blanco y a dos periodistas por las declaraciones vertidas en el programa de televisión contra el ex fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), Enrique Beltrán, la Guardia Civil y los magistrados que juzgaron y condenaron a Miguel Ricart a 170 años de cárcel por el asesinato, rapto y violación de las tres jóvenes de Alcàsser.

Los tres guardias civiles que acudieron a prestar declaración coincidieron en que se sentían todavía, a pesar de haber transcurrido 13 años, "ofendidos" y "molestos" por las "imputaciones" que les hizo García, y que en su momento les perjudicaron moral y profesionalmente. Como consecuencia de éstas, afirmaron que estuvieron "bastante tiempo" dando explicaciones, y que "aún las seguimos dando", dijo uno de los agentes.

Las críticas fueron del todo injustas

Este mismo profesional, que fue el encargado de la inspección ocultar del levantamiento de los cadáveres, explicó que después de que Fernando García "aireara" su nombre en el plató de televisión, tanto los amigos de sus hijos como las madres de éstos preguntaban a su familia qué había de cierto en todo ello. Tras ello, su mujer estuvo "un poco depresiva".

Por su parte, él no ha dejado de sentirse "ofendido", algo que calificó de "normal" después de que "dijeran que era un inútil, un inepto, y que había falsificado documentos. Así, evidentemente me tengo que sentir ofendido", dijo. No obstante, puntualizó que le "molestó" la crítica a su equipo, puesto que normalmente no se dirigían directamente contra él.

Con esta opinión coincidió otro guardia civil, quien también destacó que se sentía "ofendido", tanto como miembro del Cuerpo como a nivel personal. Corroboró que su nombre y su imagen salió en el programa de televisión, y que, como consecuencia, tuvo que "soportar" durante "muchos años" comentarios. "Y lo sigo haciendo", matizó. Afirmó que no deseaba prisión para nadie, ni tampoco a García, aunque señaló que "cada persona debe pagar por lo que ha hecho mal".

Por su parte, otro de los agentes que compareció ante el juez declaró que era una "vergüenza" que familiares y amigos suyos le tuvieran que llamar para preguntarle por las afirmaciones vertidas tanto por García como por Blanco. "La gente se creía lo que veía, y todavía se lo cree", puntualizó, y reiteró que en el programa se dijeron "cosas que no eran reales, puesto que ni hubo torturas ni manipulación ni alteración de pruebas". Tras ello, sufrió ansiedad, afectado porque algunas personas le comentaran "en el programa os han puesto a caldo".

"Aún hoy hay secuelas"

Por otro lado, los tres médicos forenses que prestaron declaración coincidieron en que se "sentían ofendidos" por las "acusaciones tan terribles" que se hicieron. Uno de ellos afirmó que era "terrible" salir a la calle y sentirte "cuestionado" por su trabajo y su deber. "Aún hoy hay secuelas de todo aquello, y hay que dar explicaciones, aseveró.

Afirmó que el daño que se le causó "fue absolutamente irreparable", ya que "uno de los valores fundamentales de una persona es su honor y su credibilidad profesional. Sin ellos, se tiene una merma grande. Y esa situación, en aspectos concretos, ni se ha reestablecido ni se reestablecerá", puntualizó. Coincidió con sus compañeros en que no le ha llegado ningún tipo de arrepentimiento por parte de García, y recordó el "padecimiento" y la "presión" que sufrió "de manera totalmente injustificada". "Fui un objeto de crítica desapiada y fuera de toda contención", lamentó el facultativo. CONSULTA AQUÍ MÁS

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