El periodista que tiró sus zapatos a Bush pide perdón al primer ministro iraquí

El periodista, en el momento de lanzarle los zapatos al presidente de Estados Unidos.
El periodista, en el momento de lanzarle los zapatos al presidente de Estados Unidos.
AP
El periodista, en el momento de lanzarle los zapatos al presidente de Estados Unidos.
El periodista Montazer al Zaidi, que hace unos días
lanzó sus zapatos al presidente de EE UU, Heorge W. Bush, en Bagdad, ha pedido perdón al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, según afirmó este jueves a los periodistas un portavoz gubernamental.

Yasin Mayuid, el consejero de prensa del primer ministro iraquí, explicó que Maliki recibió hoy una carta de Zaidi en la que el reportero
expresa su arrepentimiento por haber lanzado sus zapatos a Bush y pide disculpas.
Puede que no valga pedir perdón ahora por la gravedad de lo que he hecho

En la misiva, Zaidi recuerda la bienvenida que le dio Maliki en el verano de 2005, cuando este periodista le hizo una entrevista, y expresa su agradecimiento al primer ministro. "Puede que no valga pedir perdón ahora por la gravedad de lo que he hecho", dice el reportero en la carta, según Mayuid.

La disculpa de Al Zaidi llega un día después de que el Gobierno iraquí condenara su acto, al que calificó de "ignominioso", y le exigiera que se disculpase públicamente.

El domingo pasado, durante una rueda de prensa de Bush y Maliki en Bagdad, Zaidi se levantó del asiento y tras gritar "éste es el beso de despedida, perro", lanzó sus dos zapatos contra el mandatario estadounidense, sin acertar en el blanco. Inmediatamente después, fue fue neutralizado y detenido por los miembros de la seguridad que se encontraban en la sala.

Hasta siete años de cárcel

Este jueves, un juez iraquí ha rechazado conceder la libertad bajo fianza al reportero, que se encuentra en prisión desde entonces. Su familia denunció poco después que estaba sufriendo malos tratos en la cárcel.

La emisora explicó que el juez, cuyo nombre no especificó, lo quiere procesar por el cargo de atacar a un jefe de Estado, contemplado en el artículo 223 del código penal iraquí, por lo que podría ser condenado a una pena de hasta siete años de cárcel.

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