La lucha contra el fraude fiscal se ha convertido en uno de los grandes objetivos del Gobierno. El pasado 31 de octubre se aprobó en el Consejo de Ministros un real decreto, que está a punto de ser publicado en el BOE, con el que se pretende renovar el Plan de Prevención del Fraude Fiscal iniciado en 2005. Las nuevas medidas serán presentadas la semana que viene.

Uno de los puntos que más preocupa a la Agencia Tributaria está relacionado con los llamados ‘alquileres ocultos’, con los que los contribuyentes se benefician de deducciones por compra de vivienda habitual sin residir en ella. Para evitar este fraude, se revisará los consumos energéticos de las viviendas para comprobar si el propietario la tiene declarada en alquiler o la tiene alquilada de forma irregular. Esta medida también ayudará a penalizar a los contribuyentes con pisos vacíos.

Por otro lado, se reforzará la investigación de grandes operaciones, a partir de medio millón de euros, cuyos pagos o cobros se realizan en efectivo, cuando lo más normal es que se realicen transferencias bancarias que suponen, por tanto, un mayor control fiscal. Son fraudes más sofisticados en los que se suelen usar billetes de 500 euros, de los que existen 110 millones de unidades en curso y que suponen casi el 70% de los 82.814 millones de euros que circulan por nuestro país.

Se reforzará, además, los controles aduaneros con países o exportadores de riesgo y se revisarán los importes de operaciones financieras transnacionales para que no se eludan impuestos inflando precios.

Por último, Hacienda estudia no sancionar a los contribuyentes que presenten una declaración de la Renta mediante la confirmación del borrador y olviden incluir algún ingreso.