Según la pediatra y madre Verónica Escario, la Organización Mundial de la Salud recomienda amamantar «seis meses, sin dar otro alimento, y hasta los dos años como complemento». Además, es lo mejor para el niño porque «tiene exactamente todos los nutrientes que necesita».

Con la lactancia materna, los bebés «refuerzan su sistema inmunológico y previenen infecciones, cólicos, alergias e incluso futura obesidad o diabetes». Para la madre no tiene contraindicaciones; es más, «ayuda a recuperar la figura y aminora la depresión post parto», dice la doctora.

Pero en estos tiempos de crisis hay otro dato importante. Dar el pecho es además económico: un año de leches sustitutorias (de farmacia) sale por unos 1.800 euros.

Su hija mama desde hace tres años. Sonia Estañ y Andrea. De 31 y tres años.

«Lo dejará cuando quiera»

«Comencé a darle el pecho a Andrea porque era lo más natural. Ella ahora come de todo, pero la leche es mía y lo dejará cuando quiera, aunque si me resulta demasiado incómodo o es demasiado mayor hablaré con ella para que lo deje. A mi hijo le di el pecho sólo tres meses porque no tenía la suficiente información. Como trabajo en casa, me he podido organizar muy bien. Mi marido al principio no quería que le diera el pecho en público, pero cuando vio que lo hacía de forma discreta y rápida se le pasó todo. Le molestaría más que hiciera topless».

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