Estas son sólo cuatro opiniones de los estudiantes extranjeros que han escogido la Universidad de Valladolid para aprender español o pasar una parte de su carrera.

Pero no son los únicos, la institución académica dio la bienvenida ayer a los 894 que pasarán aquí varios meses. Vienen desde muchos sitios, Italia, Alemania, Dinamarca...

La mayoría se matriculan en la facultad de Filosofía y Letras, 324 de ellos, seguida de Económicas y Empresariales, con 114 matriculados.

Por otro lado, están los 894 estudiantes vallisoletanos, la mayoría de Económicas y la Politécnica, que deciden marcharse fuera a pasar una parte de su carrera.

Nadine Scherer, Alemania. «Me dijeron que la gente de aquí era muy amable». «Voy a estudiar español y me decidí a venir a Valladolid porque mis profesores decían que es donde se habla un castellano más claro. Además dicen que es muy bonito, y es verdad. Voy a estar seis meses aquí y viviré en un piso de habitaciones compartidas. No es la primera vez que vengo a España, aunque sí a esta ciudad. He estado en Andalucía. Por ahora, todo el mundo me ha tratado muy bien».

Elena Cotar, Eslovenia. «Quería venir al norte». «Voy a estudiar Filología Hispánica, ya llevó siete años aprendiendo español, cuatro en el colegio y tres en la facultad, y me decidí por Valladolid porque me atraía la zona norte del país, además había plazas libres. La ciudad es muy bonita, tiene mucho verde, muchos parques y muchos árboles, y eso me gusta mucho. Lo que más me ha llamado la atención es que en mi clase somos todos extranjeros. ¿¡Dónde están los españoles?!».

Filiz Ozturk, Turquía. «Me gusta mucho la Universidad de Valladolid». «Estoy con una beca estudiando español. Lo que más me gusta es que los profesores son muy buenos y nos ayudan mucho. Me gustaría poder trabajar con ellos. La ciudad al principio no me gustaba mucho, la verdad. La gente es bastante cerrada, pero ahora estoy muy contenta, tengo buenos amigos y estoy muy feliz. Lo bueno de Valladolid es que hay muchas actividades culturales».

Soledad Santa María, Filipinas. «La ciudad es muy tranquila». «Estoy estudiando español y me decidí a venir aquí porque todo el mundo dice que es la cuna del castellano y quiero aprender la mejor lengua. He ido al Sur y allí hay muchos acentos, es muy diferente. De la ciudad me gusta que es tranquila y puedo andar sola sin ningún problema, lo malo es que en invierno hace mucho frío y noto mucho la diferencia con mi país. Además, me gustan mucho las actividades culturales como la Seminci y el festival de teatro de calle».

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