Los Mossos d'Esquadra y agentes rurales de la Generalitat descubrieron la semana pasada en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona) una perrera ilegal con más de un centenar de perros de diferentes razas en unas condiciones lamentables de higiene y salud.

El propietario de la instalación ha sido denunciado por las deficientes condiciones higiénicosanitarias en las que se encontraban los animales y por haber construido una fosa séptica sin las condiciones adecuadas que contempla la ley reguladora de residuos.

Cuando la policía autonómica realizó la inspección en compañía del propietario de la perrera hallaron 113 perros de diferentes razas con síntomas evidentes de dejadez y falta de alimentación e higiene.

Una parte importante de los canes estaban repartidos en grupos de entre cinco y ocho en jaulas de apenas seis metros cuadrados rodeados de sus propios excrementos.

Atados con cadenas

El resto de perros estaban atados con cadenas de una longitud inferior al metro y medio que les impedían correr ni pasear en libertad.

Al tener muchos de ellos las uñas muy largas y sin desgastar se deduce que permanecían totalmente inmoviles en la perrera. Los animales no tenían comederos adecuados y muchos tenían a su alrededor carne cruda y agua para beber de color verde.

Los hechos han sido puestos en conocimientio del Departamento de Medi Ambient que es la autoridad competente para sancionar al propietario de la perrera.