Israel ha emprendido una lucha sin cuartel contra la obesidad. Jerusalén ha decidido colocar básculas cerca de los centros comerciales y de los restaurantes de comida rápida para que los israelíes no olviden que es preciso cuidar la línea y que no deben entregarse al sobrepeso.

Las básculas funcionan con energía solar y son parte de un plan ideado por el alcalde de la capital, Uri Lupolianski, que tiene intención de equipar 40 caminos de Jerusalén con una aparato de gimnasia, según publica el diario Yediot Ahronot y recogen varios medios internacionales.

La intención de las autoridades es que los habitantes de Jerusalén aprovechen para hacer más deporte y para comer alimentos más saludables.

Un informe realizado por el Estado israelí que fue publicado la semana pasada criticaba duramente a los gobernantes a los que acusaba de escatimar esfuerzos a la hora de luchar contra la obesidad.