Los piratas que secuestraron a los 26 tripulantes del pesquero Playa de Bakio cerca de las costa de Somalia recibieron el dinero del rescate en bolsas de plástico en el mismo buque. Según informa este martes el diario El País, los secuestradores cobraron el dinero en metálico y se lo repartieron en el mismo barco.

El citado diario asegura, según las fuentes consultadas que estaban al tanto de las negociaciones, que los mandos superiores del grupo contaron el dinero, se embolsaron su parte y pagaron a cada uno de los piratas de menor rango con un fajo de billetes. Sin embargo, se desconoce quién se encargó de llevar las bolsas al pesquero.

En cuanto a la cantidad, tampoco es segura aunque diversas fuentes apuntan a que se pagó 766.000 euros por el Playa de Bakio. Tras cobrar, los secuestradores abandonaron el barco y marcharon rumbo a la costa.

Al parecer, según El País, los piratas tenían conocimiento en todo momento de lo que ocurría en el exterior y tenían personas bien armadas en los puntos estratégicos del pesquero para evitar cualquier abordaje.

Regreso a España

Para este martes se espera, a partir de las nueve de la mañana, que la tripulación del Playa de Bakio llegue al puerto de Victoria, capital de Seychelles, tras navegar 1.600 kilómetros desde la costa oriental africana y vivir un infierno difícil de olvidar. Más tarde, todos los secuestrados volverán a España gracias a un avión de las Fuerzas Armadas que partió este lunes desde la basa madrileña de Torrejón de Ardoz con destino al archipiélago de las Seychelles.

Fuentes del Ministerio español de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, han confirmado que en el puerto les recibirá sobre el mediodía el director general del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro. Además se espera en Victoria, una de las capitales más pequeñas del mundo, la llegada del armador del buque, quien evaluará los graves daños ocasionados por el grupo de piratas somalíes.

Algunos familiares de los trece pescadores españoles (ocho gallegos y cinco vascos) han asegurado que éstos se encuentran algo asustados, muy cansados y con ganas de volver a casa.